Frontón
Carlos Martínez Gorriarán, en su blog
Supongo que la noticia matutina de ayer será la de hoy, lo que me permitirá por una vez, y sin que sirva de precedente, compartir emociones con tertulianos y colegas de blog matutino. Es la noticia del frontón: los 19 jarraitxus en “búsqueda y captura” que ningún cuerpo de policía ha podido localizar a lo largo de estos días, han reaparecido de modo espectacular. Se presentaron en un frontón de Bilbao, acompañados de centenares de personajes de otras organizaciones etarroides –con Arnaldo Otegi muy cerca del puesto de honor, reservado esta vez a Jarrai, sin duda en uso de sus intactos e intocables derechos individuales-, avisaron con tiempo a la prensa, y ya puestos, a la Ertzaintza, a la que invitaron a colaborar en el número mediante el expediente de ir sacando de uno en uno a los 19 buscados, cosa que la policía vasca hizo con su reconocida eficacia en el desempeño de la función poco airosa de segundo plato.
Acebes ha considerado un escándalo lo sucedido, y ha acusado al Ministerio de Interior de incompetencia. Es obvio, salvo que sea un montaje pactado –no es verosímil-, pero el significado de la performance de ayer va un poco más allá. Examinemos algunas posibilidades.
En primer lugar, la oportunidad: no puede negarse la maestría de esta chusma. La noticia no sólo competirá hoy con la del éxito de la manifestación del Foro Ermua -porque ya lo hizo ayer en radios y tvs-, sino que empalidecerá cualquier debate sobre cual es la mejor estrategia antiterrorista, si la del gobierno o la de la oposición. La segunda no se aplica, la primera es inexistente. La prueba: la performance del frontón.
A continuación, la escenografía: lo del frontón es muy vasco, ya, pero además recuerda, y quizás no casualmente, el motivo central de la película emblemática de la estrategia del diálogo con ETA para “superar el conflicto”, ¿se acuerdan?: la de Julio Medem: La pelota vasca, la piel contra la piedra. Pues eso, que diría Josemari Alemán.
Y finalmente, el significado del acto en sí: la entrega de los buscados. Si el significado de las expresiones verbales es de por sí complejo, el de los actos no lo es menos, sino más. En mi opinión, este es un complejo mensaje de desafío a Zapatero. ¿Dices –le espetan- que harás todo lo posible por conseguir la paz? Pues aquí tienes esta patata caliente: 19 jóvenes vascos empeñados en salvar a Euskal Herria. Mételos en la cárcel: ¿qué ficha vas a mover ahora? Porque si tú no los liberas por las buenas, tendrán que salir –los sacaremos- por las malas…
Hay además algo de antistrofa, de ese movimiento del coro en las antiguas tragedias griegas, para complementar a los personajes en la comprensión de la acción: la entrega de los jarraitxus es, inevitablemente, una réplica y un complemento a la huelga de hambre de Iñaki de Juana Chaos. Si éste pasa hambre para que le suelten, los otros entran en la cárcel… para empeorar las cosas. Demuestran así que tienen fichas en todos los campos y las mueven como quieren. ¿Qué harán una vez en la cárcel los 19 terroristas? ¿Quizás otra huelga de hambre más espectacular? No cabe descartarlo. Sería suicida con un gobierno que afrontara el problema como hizo Margater Tatcher con la huelga del hambre de los presos del IRA. Pero con el zapaterismo en el poder, de lo único que se puede estar seguro es de que no hay razones para estar seguro de nada. A ETA puede interesarle tener más presos, no como moneda de cambio, sino como instrumento de presión contra interlocutores demostradamente endebles y tendentes a la idiocia y la parálisis. Sin duda veremos espectaculares explotaciones estratégicas de esta insustancialidad zapaterista que tanto crédulo tomaba, y sigue tomando, como prueba de una astucia semidivina.