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Original: http://plazamoyua.com/2007/08/17/aprendices-de-brujo/

2007-08-17 - publicado por: soil

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Aprendices de brujo

Aprendices de brujo

En esta discusión tan interesante por el rollo ese de la Educación para la Ciudadanía, sus partidarios acaban de recibir el aliado más inesperado: Luis del Pino y sus peones negros. Involuntario, por supuesto, pero acaban de proporcionar el más formidable ejemplo de la necesidad de tal asignatura.

La falta de cultura política del país produce cosas como estas. Cualquier teleco que escribe unos interesantísimos articulos y estudios sobre la instrucción judicial del 11-M, y tiene éxito con un blog al respecto, se cree que ya con eso tiene todo lo que hace falta tener para convertirse en un líder político. Y para luchar por la libertad y la democracia, nada menos. Y, en su incultura política, que no es culpa suya sin un problema general, es incapaz de darse cuenta de que no tiene repajolera idea del significado ni de democracia, ni de libertad.

Luis, que por su nueva dedicación periodística es un experto en el juicio del 11-M, además de preocuparse, según cree, por la democracia y la libertad, nos larga ayer tan pancho que:

Y también podremos asistir a presiones nada sutiles sobre el tribunal que tiene que tomar una decisión sobre el futuro del país. Porque el tribunal del 11-M, como decía al principio, no va a decidir tan sólo sobre la culpabilidad o la inocencia de Mohamed El Egipcio o de Suárez Trashorras. El tribunal del 11-M va a decidir, sobre todo, el futuro de España como nación y el destino definitivo de la “hoja de ruta” puesta en marcha con la masacre.

¿Qué hará el tribunal ante este panorama? Me gustaría saberlo, pero no lo sé. Quiero confiar en que cada uno de sus miembros es consciente de qué es lo que realmente nos estamos jugando. Quiero confiar en que saben ya, a estas alturas, que dentro de la mochila de Vallecas no hay sólo 10 kilogramos de Goma2-ECO, sino todo un país. Y quiero confiar en que actuarán en conciencia e impartirán justicia sin ceder al vértigo que algunos tratarán de inducir en ellos.

No estamos hablando del obvio problema de lógica elemental, esa combinación de “sin ceder al vértigo que algunos tratarán de inducir en ellos” al tiempo que les dice que “el tribunal del 11-M va a decidir, sobre todo, el futuro de España como nación”. Así que “algunos” van a tratar de inducir vértigo en el tribunal, ¿no?, pero eso del futuro de España como nación no debe ser un asunto nada vertiginoso. Vale, pues muy bien.

No, lo que estamos diciendo es un problema de EpC, y no de lógica. Es un problema de formas, y de repetir por tropecientísima vez que democracia solo es eso: unas formas. Y que pretender que un tribunal tenga en cuenta, al sentenciar sobre la participación de unos fulanos en unos hechos, los problemas de política general, es una aberración democrática que debería de estar resuelta y enseñada desde el bachillerato, para evitar que luego salgan estos aprendices de brujo con las soluciones expeditivas. O para evitar, cuando menos, que encuentren seguidores con facilidad.

Que ciertos socialistas, o los nacionalistas, o cualquier teoría política que pone sus empeños y su guía por encima del hombre caiga en cosas así, es natural. Pero que quien pretende llamarse liberal (y Libertad Digital lo hace a diario) se atreva con eso, ¡manda carallo!

Apostamos por que la famosa EpC se llevará a cabo mal, y que en ningún sitio harán hincapié real en la separación entre la justicia y la política, porque siempre habrá la versión progre, o la versión facha, de que hay que entrar en “consideraciones sueriores”, pero pocas veces veremos un ejemplo más claro que este de lo necesaria que es. Porque los políticos con tablas suelen tener al menos la capacidad de disimular.

Nota: por supuesto que este tipo de barbaridades no nos quitarán de seguir trayendo aquí las interesantísimas investigaciones y aportaciones que producen, y siguen produciendo, Luis del Pino y su blog. Y afirmamo, con concimiento de causa, que es gente con mucho más mérito y preocupación por la cosa pública que lo normal. Pero este es el país en el que vivimos, y parece que eso de las formas y la política no llega así como así.