Zapatero no sabe donde meterse
Mientras Rubalcaba estaba empeñado en que nos creamos que el atentado etarra fue un “encuentro fortuito que acabó en un tiroteo“, o sea, algo como muy normal y mala suerte, ZoPenco no sabía donde meterse en el funeral del guardia asesinado. Abucheo de órdago, “fuera, fuera”, “traidor”, “cobarde” o “vete con tus amigos de la paz”. En la foto (de Libertad Digital) se ve al valiente, que no es capaz ni de disimular. Trata de parecer compungido, con la cabeza gacha.Pero se le ve la tensión en los hombros y en los brazos a la defensiva. Y a su lado, Mesquida, con una cara de mala hostia muy adecuada también para el funeral de un subordinado suyo. ZoPenco tuvo que abandonar el instituto armado antes de tiempo, saltándose el protocolo de hacerlo tras el rey, para escaparse de las lindezas que estaba escuchando.
El mejor relato es el de Cruz Morcillo en ABC [+]
Todavía no habían abandonado el acto los miembros de la Familia Real, en uno de los escasos funerales que han presidido por un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, cuando el presidente comenzó a oír insultos e improperios dirigidos directamente a él. Primero, tímidos y aislados, después más contundentes. «Zapatero, hijo de puta», «traidor, llama ahora a tus hombres de paz», «cobarde, fuera, vete si no sabes gobernar»…
El abanico de insultos se desplegó desde distintos puntos del patio de la Dirección, con el creciente nerviosismo de la mayoría de los asistentes. Muchos de los gritos podían oírse nítidamente procedentes de la balconada que preside el patio, en la que supuestamente estaban miembros de la Guardia Civil que viven en esas dependencias, sus allegados y amistades. No sonó, al menos dentro, a un hecho concertado, preparado. Pero la inquietud y el malestar que provocó la violenta situación en casi todos eran evidentes, como más tarde admitían muchos miembros del Cuerpo.
Los ministros no se libran
No hubo tiempo de más. Zapatero, seguido por sus ministros, tardó segundos en salir a la calle, pero allí, en el exterior de la Dirección General, le esperaba un grupo de un centenar de ciudadanos aproximadamente que se despacharon a gusto contra el presidente. Los insultos y abucheos se recrudecieron. «Cobarde» y «asesino» fueron algunas de las lindezas que se pudieron oír. Ni las cámaras de televisión ni las radios pudieron captar los gritos y la pitada monumental, dado que la puerta principal del recinto quedó «cerrada» por un grupo de agentes.
Ni dos minutos tardó el presidente en subir al coche oficial y salir disparado del lugar. Sus ministros aguantaron el tipo y los vituperios continuaron contra ellos, con Rubalcaba y Alonso en el centro de las iras populares.
«Pactas con terroristas»
¿Van a cambiar la resolución parlamentaria dando permiso al gobierno para “hablar” con ETA en ausencia de violencia? ¿No, verdad? ¿Van a hacer algo con ANV? ¿Tampoco, verdad? ¿Por que? ¿Acaso porque cuando ETA les está matando a sus guardias, a nuestros guardias, ellos no piensan en otra cosa que en seguir trapicheando con ETA?
¿ZoPenco, quieres poder ir al funeral de un guardia civil y ser tratado como un presidente del gobierno, y no como un mierda? Pues dales hechos, que ya nadie cree en tus palabras.
Nota: Hablando de lo que nos intenta vender el portavoz del gobierno de los Gal, que no acostumbra a mentir, La Razón nos cuenta lo contrario: El atentado fue premeditado, según expertos anti-ETA [—>>] . Y en todo caso, ya está bien Rubi, ya te estás pasando. Ya basta de estar siempre intentando convencernos de que ETA no quiere en realidad hacer lo que hace. No son “hombres de paz”, Rubalcaba, y no nos vas a convencer.