Estábamos pocos, y parió el Supremo.

Resulta que ahora la acusación popular no sirve, si no va acompañada por la fiscalía, que está a las órdenes del gobierno. Acojonante. ¿Y para qué sirve entonces la acusación popular? Pues para eso: para nada. Se la acaban de cargar.

O sea que lo que importa no es si el caso tiene pinta de tener delito, sino quien es el que acusa. Recontraacojonante.

Lo de menos es si eso va a afectar al caso Ibarreche y Pachi Nadie. Lo de más es que es otro pasito más en la desactivación de cualquier amago de democracia en España. Es muy sencillo, señores magistrados del Supremo: Concentración de poder = menos democracia, reparto de poder = más democracia. Control del gobierno = más democracia. Control del poder = más democracia. ¿Lo entienden? ¿A que sí? Pues eso, eso es lo que estais haciendo, desactivar lo poco que queda de democracia, por muy “progres” que os creais, o Bacigalupos que seais. Porque ir en contra de la democracia es ir en contra del progreso. Y democracia no es defender al gobierno, sino a la gente. Siempre.