Pacto del Tinell
Ayer tuvimos un buen ejemplo del “pacto del Tinell”. Chusco, como todo lo que tiene que ver con Mi Maleni; porque de Mi Maleni se trata. La reprobación del senado a la gestión de la probable peor ministro de ZoPenco. Ser la peor ministro de ZoPenco es rizar el rizo, pero ser reprobada por primera vez en toda la historia de la democracia española, es la coronación.
Hasta aquí lo gracioso. Lo malo de ZoPenco es que las gracias vienen siempre acompañadas por el drama. Y el drama es el adiós a la democracia. Eso es el “pacto del Tinell”: el adiós a la democracia. Porque si uno pacta aislar a la mitad de la sociedad, y no llegar jamás a un acuerdo con ella, se cepilla con ello toda posibilidad de control del gobierno, toda idea de alternancia en el poder, y toda idea de separacion de poderes, que son tan consustanciales a la democracia como que si faltan, no hay democracia. Y lo vemos en lo de Mi Maleni. Los nacionalistas catalanes reprueban a la furia de Chaves en el parlamento catalán, y en el Congreso. Pero llega el asunto al Senado, donde la reprobación puede prosperar, y con tal de mantener el pacto del Tinell, se abstienen en aquello en lo que hasta ese momento han llevado la voz cantante, porque es una propuesta del PP. Tinell.
Mejor no olvidemos nunca que ese pacto del Tinell fue firmado, bien a gusto, y sigue siendo mantenido, por ese tío que se dice “del talante”. El mismo tio que se cree que ha inventado la democracia. Zopenco.