Bilbao, el eterno retorno.
Como si los siglos no pasaran, este sábado tenemos clase de historia en vivo, en Bilbao. Por la mañana, en el Arriaga, socialistas (Díez) y liberales (Maura) tratarán de conseguir luz y libertad, derechos ciudadanos y cosmopolitanismo europeo para la villa. Por la tarde, la carcundia post carlista intentará asustar a los jueces, y sojuzgarnos a todos con camelos del tipo de “la casa del padre”, “el espíritu de un pueblo”, “la raza milenaria”, “el idioma de nuestro monte”, y otros grilletes colectivos.
Pero como tenemos “memoria histórica”, sabemos que por mucho que se empeñen en sitiarnos con fuerzas superiores y curas trabucaires, les falta la razón, y están fuera de los tiempos. Nunca ganan.
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Por la mañana:
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Y por la tarde, la gran vergüenza democrática:
Los partidos que forman el gobierno de la CAV se echan a la calle para protestar contra una decisión del poder judicial, que al parecer no les gusta. Es natural que protesten; ellos solo quieren “lo nuestro”, que no es otra cosa que “lo suyo”. Una Vasquilandia suya, Un Pueblo suyo, Un Idioma suyo, Un Poder judicial suyo y Un Estado suyo que actúa en perfecta armonía porque solo sigue las consignas y direcciones del partido-guía.
Aparte de que ellos se limitan a Paletolandia, ¿cual es su diferencia con, por ejemplo, Franco o Primo de Rivera?¿O con Mussolini o Carl Schmitt?