Un ejemplo, sacado de la web de UPyD, sección País Vasco [->]:
Quiero ser parte
Lo primero de todo y para empezar bien voy a presentarme. Soy María Vázquez, tengo 34 años y una vida que podría definir como completa. Al menos no me veo como ese tipo de personas que necesita llenar huecos en su vida, solitarias o aburridas, o que están sin realizarse.
Desde que tengo uso de razón he vivido en “democracia”, mis mayores iban a votar y Franco ya no estaba. Pero también desde que tengo uso de razón he visto que nuestra democracia no era tal, que la gente no podía opinar libremente, que algunos incluso morían en el intento y lo que es peor, que el resto se quedaba mirando, o excusando en algunos casos y aplaudiendo en otros. Solo unos pocos se manifestaban en contra y luchaban pacíficamente para que esto cambiara. Según he ido creciendo he ido formando parte de ese grupo que protesta, que se revela, con mis miedos y reticencias (no quiero decir lo que no es) pero intentando al menos apoyar y acompañar en cierto modo a los que tienen más valor que yo para enfrentarse cara a cara con el miedo y la imposición.
No quiero ser como aquellos que siguen su vida mirando a otro lado, que comentan lo terrible que es el terrorismo y la violencia que nos rodea pero ni siquiera van a las manifestaciones que apoyan a víctimas porque “¿para qué?”. No quiero ser de aquellos que dicen que en nuestro País Vasco se vive muy bien, con una gran calidad de vida, mejor que en el resto del país y se olvidan de la falta de libertad como si fuera una pequeña molestia que solo atañe a lo que se meten en líos. No quiero ser como aquellos que se quejan de lo poco o nada que hacen los políticos, de cómo se pasan la pelota de unos a otros, de cómo cambian de chaqueta según convenga, de cómo se escoran a la izquierda o a la derecha, hacia al nacionalismo o hacia el constitucionalismo, de cómo se alían hasta con el diablo con tal de mantener el poder.
Desde que pude votar he votado “en contra de”, siempre con el amargor de no estar convencida de lo que hacía, pero con la convicción de que no podía dejar mi voto para que lo aprovechen los violentos o los mentirosos. Pero esta vez va a ser distinto, este marzo del 2008 voy votar por primera vez por algo, a favor de algo. Y no solo voy a votarles, voy a formar parte de su proyecto, me voy a implicar. Porque les agradezco que me den la oportunidad de sentirme orgullosa de mi voto, les agradezco su valor, su ánimo, su empuje, y me quiero sumar humildemente a ellos y a su lucha. Nunca me ví formando parte de un partido político, pero sí me quiero ver en un futuro más libre, más justo, más evolucionado y sobre todo más en paz. Quiero ese futuro y voy a colaborar en mi medida para ello.
Hay muchas más razones por las que el proyecto de UPyD me ha convencido pero tendré ocasión de profundizar y explayarme más en este foro. Esta primera vez sólo pretendía explicar por qué he sentido el impulso de implicarme más, de ayudar a que éste nuevo y pequeño partido formado por grandes personas consiga representación parlamentaria, se haga un hueco en el crispado panorama político de nuestro país y vaya creciendo hasta convertirse en el otro gran partido que España necesita.