UPyD no da mítines, sino conversación.
De la web de Basta Ya [->]:
Publicado en el Mundo, viernes 29 de febrero de 2008
Rosa Díez moderniza la campaña debatiendo con los ciudadanos en la calle. Mil personas pudieron preguntar a la líder de UPyD durante dos horas en Madrid.
LUIS ANGEL SANZ
MADRID.- Sin gastar millones en operaciones de marketing ni contratar a los mejores publicistas, Rosa Díez y los principales dirigentes de Unión Progreso y Democracia (UPyD) innovaron ayer creando una nueva forma de hacer campaña electoral. Los protagonistas eran los ciudadanos. Más de 1.000 personas pudieron preguntar, debatir y hasta hacer propuestas durante dos horas y en plena calle.
Sobre el escenario, cuatro dirigentes del nuevo partido Unión Progreso y Democracia (UPyD), sometidos al escrutinio público. Enfrente y en la calle, hasta 1.000 personas en un espacio sin acotar, con los micrófonos abiertos y con plena libertad para plantear cualquier duda o idea, defender propuestas o rechazar planteamientos.
De forma espontánea y recuperando la forma más clásica de hacer política, la de la antigua Grecia, Rosa Díez, Alvaro Pombo, Mikel Buesa y Fernando Savater se sometieron ayer al escrutinio de la ciudadanía. Lo explicó con su peculiar estilo el premio Planeta Alvaro Pombo: «¡Nosotros creemos que la ciudadanía es activa y no pasiva. Por eso no damos mítines; damos conversación!»
Los aplausos, como en muchos otros momentos del acto político, fueron casi unánimes. El de ayer, en pleno casco histórico de Madrid, fue uno de los mítines más originales de la campaña. Precisamente porque no fue un mitin. Díez hizo una brevísima intervención inicial para invitar a los ciudadanos a participar, a hacer sus preguntas y a debatir con ellos.
Y al ritmo de las manos que se levantaban para pedir la palabra, empezaron a correr los 10 micrófonos a disposición del público. Al principio de forma tímida; al cabo de una hora, con discusiones para hacerse con el uso de la palabra. «No os peleéis», terciaba Mikel Buesa, «hay para todos; no sé si tendremos todas las respuestas, pero preguntas habrá todas las que queráis».
Y lo cierto es que las hubo cómodas e incómodas; enrevesadas y sencillas; generales y muy especializadas. Mercedes abogó y preguntó por la libre apertura de farmacias (ya está en el programa de UPyD); otra joven les cuestionó por la Ley del Matrimonio Homosexual; un madrileño por el canon digital, y alguien que dijo haber sido director del Instituto Cervantes en Beirut, por el uso de las lenguas cooficiales.
Con este formato, los asistentes se sintieron protagonistas. En la plaza de Isabel II no había militantes entregados; había centenares de personas que iban y venían, pero que mayoritariamente se quedaban a escuchar a estos poco habituales líderes políticos.
La candidata a la Presidencia del Gobierno, Rosa Díez, puso la voz rotunda y firme que marcaba los ejes de sus propuestas; el candidato al Senado, Alvaro Pombo, la espontaneidad ácrata; Fernando Savater, la sabiduría del filósofo, y Mikel Buesa, número dos de Díez en la lista de Madrid, los aspectos más precisos de su oferta electoral.
El modelo territorial y los pactos tras las elecciones fueron cuestiones recurrentes:
«Si el PP y el PSOE empatan en escaños, ¿qué va a hacer UPyD con los 38 diputados que tendrán la capacidad de decidir?», preguntó un joven.
Díez le respondió con una sonrisa: «¡Qué majo eres!», para recordar después que su partido no va a «mercadear con vuestros votos». La ex eurodiputada explicó que no apoyará a ningún partido que no esté de acuerdo en «hacer las reformas políticas necesarias para garantizar la igualdad, la libertad y la separación de poderes». UPyD defenderá «lo que nos une, para volver a los pactos de Estado; para confrontar ya están los demás».
Otro interviniente, Alfredo, se declaró votante del PSOE, pero lamentó que votar a este partido «es también votar a los nacionalistas; pero, ¿por qué os tengo que votar a vosotros?»
Díez hizo un breve repaso por los ejes de su programa: igualdad entre comunidades; reforzamiento del poder del Estado; cambio de la Ley Electoral; revisión de la financiación autonómica; independencia del Poder Judicial; separación Iglesia-Estado. Y trató de responder a su duda: «¿Después de todo esto, por qué se tiene que fiar de nosotros? Fíjese en nuestra trayectoria. Yo me he ido de un partido para ser responsable ante los ciudadanos».
Los asuntos sociales fueron, junto con el modelo de Estado, los que despertaron más interés. Hasta cuatro ciudadanos preguntaron por el matrimonio homosexual o recordaron a Savater unas polémicas declaraciones suyas a la revista ‘Zero’.
‘Defendemos los derechos de los homosexuales’
Alvaro Pombo lo quiso decir alto y muy claro: «UPyD defiende los derechos de los homosexuales» y «defendemos sin matices el matrimonio homosexual». Rosa Díez lo aclaró aún más: «Nosotros no vamos a tocar la ley; la vamos a defender».
Una ciudadana espetó a Savater que había dicho que «la adopción por homosexuales es inmoral» y el filósofo aclaró que lo que dijo a la revista ‘Zero’ es que «no se pueden programar huérfanos», es decir, que considera «inmoral que alguien que no quiere tener pareja condene a un niño o niña a no tener padre o madre».
Los portavoces de UPyD defendieron también la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, para disgusto de algunos asistentes: «¿Y dónde queda la familia?», gritó uno de los presentes, «o sea, Educación para la Ciudadanía obligatoria, ¡hala! ¡ Pues muy bien!»