Ana Iríbar, o Vasquilandia Tremebunda desvelada.

Es tremendo lo de Ana Iríbar, porque de repente, sin que nadie lo espere, desnuda la política.

LD (Europa Press) En un homenaje a su marido llevado a cabo en la Cámara vasca, la viuda del dirigente popular aseguró que la placa descubierta este sábado, con el lema Gregorio Ordóñez luchador por la libertad, "sólo tendrá sentido cuando el PNV rompa con los del tiro en la nuca".

Ante la ausencia de Ibarreche, Iribar pidió a la presidenta del Parlamento vasco que, en su nombre, traslade al lehendakari el “más sincero desprecio por su deslealtad, hipocresía y por la cobardía con la que actúa en contra de la memoria de Gregorio Ordóñez, y de los principios democráticos de miles de ciudadanos, en contra de las razones por las que Gregorio fue asesinado”.

Estamos entretenidos con las tácticas y fintas de los distintos grupos, la frase brillante de este o aquel, cuando todo se para ante la acusación inapelable que levanta el velo y deja a la vista de todos la inmoralidad de origen en que se basa la acción del gobierno nacionalista. 30 años conviviendo con el crimen, 30 años recogiendo las nueces, 30 años olvidando (o disimulando) que el primer deber de quien gobierna es acabar con el crimen, y hacer justicia con quienes hayan sido golpeados por el crimen. Justicia, y también un mínimo de empatía, ¡caramba!

Vasquilandia Tremebunda, desvelada. Y como no se puede soportar, la gente prefiere hacer como que no pasa lo que pasa.