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Original: http://plazamoyua.com/2008/04/14/identititis/

2008-04-14 - publicado por: soil

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Identititis.

Cryp Tols, a la contra, dice:

eusko label

Dos frases gloriosas pronunciadas estos días destacan y señalan uno de los mayores problemas políticos que tenemos. La identititis.

Desde el PP, Montserrat Nebreda nos ha regalado una idea digna del más demgagogo de los nacionalistas. El PP, sugiere, debe atender lo que “dicen las Comunidades Autónomas“. Comunidades que hablan; construcción muy del mismo tenor intelectual que la proposición de que los territorios tributan, o que las lenguas tienen derechos.

Desde el PZOE, el mismísimo flautista le intentó contestar a Rosa Díez con una frase que luego destacó Carlos Martínez Gorriarán en su blog: que la defensa de las distintas identidades (¡de todas, llegó a decir!), es una de las misiones fundamentales de la democracia.

Sin entrar a descuartizar ninguna de ambas majaderías, que ya se desmoronan ellas solas, merece la pena fijarse en la función que está realizando hoy el identitismo. Acabados, de momento para siempre, tanto el conservadurismo tradicionalista como el marxismo, la gran herramienta actual contra el liberalismo -contra la libertad y la democracia-, es el identitismo. Porque lo que jamás propone el identitismo es defender “todas las identidades” como a veces dicen, pues eso sería lo mismo que defender a todas las personas, una identidad diferente cada una de ellas. Lo que en realidad hace la identititis es establecer identidades guay, y desde ahí atacar e intentar eliminar a las identidades no guay. Véase el estúpido caso español de las “identidades lingüísticas”, donde nadie se asombra de que haya que eliminar la “identidad hispanoparlante” de según que zonas. O las distintas “discriminaciones positivas” para defender algunas “identidades” sobre otras.

La identititis, producto inevitable del identitismo, no es más que el útimo grito del viejo anhelo de forzar al personal a que sea como quien manda quiere. Y a que haga y piense lo que quien manda quiere. Control del ganado por el pastor, en definitiva. Totalitarismo sutil.

Pero “soil”, rindiéndose a la moda, propone:

Hablando de identidades, ya que no queda más remedio, pienso que deberíamos hacer las cosas bien hechas. Y si nos vamos a dedicar a forzar una identidad vasca conveniente para inventarnos esa Vasquilandia Tremebunda de nuestros anhelos, bien podríamos aprender de uno de los países que más saben del asunto. Nueva Guinea-Papua.

identititis-1

¿No es por ejemplo este tocado algo mucho más elaborado que la triste boina nuestra que tanto nos enorgullece? Tal vez aún podamos aprender unas cuantas cosas para desarrollar nuestra tan peculiar identidad. Podríamos mandar al Eusko Identitatea Jaurlaritza a pillar ideas en Nueva Guinea-Papua. Y a estudiar en profundidad cuales son los factores que más identidad proporcionan y tratar de usarlos lo mejor posible.

Y así, podríamos averiguar …

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El efecto de la txalaparta sobre la identidad:

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Pues si queremos que el Eusko Identitatea Jaurlaritza aproveche el viaje de estudios identitarios que va a hacer a Nueva Guinea - Papúa, conviene que vayan lo más centrados posibles. Sabiendo bien la lección de su propia identidad, para que se fijen en los detalles más oportunos y nos traigan buenas ideas.

Por ejemplo, la chalaparta.

Sabemos que una de las peculiaridades de Vasquilandia Tremebunda es que le damos más cancha a esa cosa llamada chalaparta que a los Stradivarius o los Beechstein. O a la guitarra clásica española, sin ir más lejos. lo que resulta cantidubi de identitario. Pues bien, en NGP, que como decimos es la mayor mina identitaria mundial, se van a encontrar con todo tipo de variedades de “chalapartas”, y con ello podrán estudiar profundamente el efecto de la chalaparta sobre la identidad. La leche.

Por ejemplo esta “identidad” de la foto de arriba, viene definida por usar chalapartas portátiles, lo que le da gran movilidad a sus espatadantzas. Es de suponer que tal peculiaridad tenga un peso enoorme en su identidad. Pero ya nos lo contarán los estudiosos que están a punto de salir de viaje para allá.

Esta otra identidad de la foto de abajo, en cambio, gasta chalapartas fijas. ¿Será por eso que el atuendo identitario, y presumiblemente el espíritu identitario, es tan diferente? ¿O será al revés? Como se ve, el campo de estudio es amplio. O infinito.

chalapartas papuas

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El efecto de la pinta sobre la identidad:

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Problema a estudiar por el Eusko Identitatea Jaurlaritza. Las dos fotos que vienen a continuación, ¿suponen dos identidades, o solo una?

un pueblo para el kalendariotro pueblo para el Kalendari

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El EIJ lo resolverá.

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El efecto de la txapela sobre la identidad:

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Seguimos con nuestro cabal estudio sobre la identidad, y sus circunstancias. Y seguimos usando a Nueva Guinea Papua, la mayor reserva identitaria del sistema solar, como ejemplo perfecto. Ni media broma: en NGP se calcula que hay más de 700 lenguas repatidas entre 5 milones de habitantes, y más de 1.000 grupos culturales distintos. Existen muchos casos en el que cada aldea tiene un idioma único. Hay quien calcula que en NGP se hablan un 25% del total de idiomas del mundo.

Sin embargo el idioma no lo es todo en cuestión de identidad, como bien sabemos en Vasquilandia Tremebunda, a pesar de los esfuerzos del Eusko Identitatea Jaurlaritza, o autoridad identitaria. Porque los más se niegan a hablar en vascuence, aunque les fuercen. Y también tienen ese problema en el país de nuestro estudio de referencia, donde la mayoría de la gente habla la lengua criolla Tok Pisin como lingua franca, menos en el sur del país, donde usan el Hiri Motu para este propósito. Y ante esta práctica tan anti-identitaria de usar lenguas francas, en vez de conformarse con no entenderse en 700 lenguas, cobra especial relevancia la txapela como elemento definitivamente diferenciador.

Por ejemplo, ¿como distinguiríamos unos bailarines vascos vascos de los que no lo son? Pues por la txapela, claro. Algo tan simple define su identidad:

vasquitos bailando con txapela

¿Estamos en lo cierto? ¿Es tan definitivo el efecto de la txapela sobre la identidad? Nada como compararlo con el máximo granero identitario mundial, para ver si funciona:

tocados de nueva guinea papua

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tocados de nueva guinea papua

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tocados de nueva guinea papua

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tocados de nueva guinea papua

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¡¡¡Funciona!!! Vemos que es cierto: la txapela define la identidad. Cada tocado distinto, una identidad-nación diferente.

Dime como te cubres la sesera, y te diré quien eres. ¡Viva la identititis!

Nota: sobra decir que usamos txapela en el sentido original, del franceś chapeau, y no como boina.

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El efecto marinero sobre la identidad:

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Sabido es que uno de nuestros mitos preferidos a la hora de fabricarnos una identidad adecuada para la construcción de Vasquilandia Tremebunda, es el mito marinero. Y siempre por el lado del mito, y no del héroe. Porque el héroe tiene nombre y hechos concretos, una historia protagonizada y ejemplar, mientras que el mito se queda en la misteriosa bruma de lo inconcreto y colectivo. Mucho más útil para fomentar una identidad, puesto que cualquiera se identifica mejor con una metáfora que con una persona destacada.

Y no es que nos falten marinos egregios con nombres y apellidos. Basta con recordar a vuelapluma a Elcano, a Oquendo, a Urdaneta, a Blas de Lezo, a Bonaechea o a Churruca. Pero no sirven para la identititis. Esos servirían, si acaso, para aumentar la moral nacional de cualquier estado moderno sin una auténtica “identidad propia”. Para engendros como Gran Bretaña o Francia, o los Estados Unidos de América, que sí se dedican a recordar y mostrar como ejemplos a sus ciudadanos señeros. Pero claro, adoleciendo de una identidad genuina como la vasca, ¡que otra cosa iban a hacer! No, en Vasquilandia Tremebunda lo que adoramos y ensalzamos son a oscuros pescadores sin nombre que, muertos de hambre, tenían que acercarse hasta Terranova para conseguir sus bacalaos.

¿Y que nos dice al repecto la comparación con esa catedral de identidades que es Nueva Guinea Papúa? ¿Vamos bien o vamos mal con nuestro brumoso mito marinero? ¿Es identitógeno, o no lo es? Pues juzgad vosotros mismos:

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velero ritual en nueva guinea papua

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velas melanesias

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veleros del pacifico

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arrantzales del pacifico

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concurso de belleza papua

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belleza papua

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reinas de la belleza identitaria en Port Moresby

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Se confirma plenamente. Vamos muy bien con nuestra coña marinera y sus oportunas tamborradas arrantzales.

Pero aunque confirmemos que lo estamos haciendo fenomenal en el desarrollo de nuestra identidad plena, deberíamos de aplicarnos cierta cura de humildad, por muy vascos que seamos, y reconocer que en cuestión de identidad, cualquiera de esas casi mil identidades de Nueva Guinea Papúa nos da más de mil vueltas. Tenemos mucho que aprender.

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tamborrada arrantzale

La Tamborrada Arrantzale. Pedro Etxeberria Ansa, creador de esta tamborrada en 1968 y fundador del día del Arrantzale, dirige, remo en mano, a tamborreros y banda. Foto Peio Etxekar. Original: xanjuarte http://xanjuarte.mforos.com/238991/3404148-fiestas-l-santiagos-2005/
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Y Cryp Tols, crípticamente, añade:

El efecto de la etnia sobre la identidad política:

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Aquí debemos salirnos del caso de Nueva Guinea Papua, porque no nos sirve. Son tan pardillos que a pesar de tener más de 700 etnias (o más de mil, según se mire), solo tienen una identidad política. Y aún así, todos los ciudadanos son miembros da alguna de las etnias. Problema irresoluble. Ningún efecto de la etnia sobre la identidad política.

Nos fijaremos entonces en como están las cosas en otro de los más grandes “melting points” del mundo. Los Estados Unidos de América. Tienen muchas etnias. Pero, a diferencia de nueva Guinea Papua, no todos los ciudadanos son miembros de una etnia. Al contrario, los ciudadanos étnicos son minoría, y la gran gran mayoría son simplemente ciudadanos. En realidad, los ciudadanos étnicos son los, digamos, raritos; los que no se han unido a la corriente general de la cultura americana. Por ejemplo, los restos de las pobaciones “indias” que siguen apalancados en las reservas son indudablemente étnicos y gozan con ello de una fortísima identidad.

Y en eso de la corriente general, o por contra en la rareza, debe de estar el quid. Porque por ejemplo nadie le llama música étnica al jazz, por muy de negros que sea. Y en cambio sí se lo llamarían a la chalaparta, si la conocieran. ¿Es posible que un músico vasco fuera considerado no-étnico, tocando por ejemplo el saxo, pero sí-étnico, si va a los USA a tocar la chalaparta? Posible no, es seguro.

Así que uno puede ser etnia, o no serlo, y por tanto padecer de identititis o no padecerla, dependiendo de lo que toque. Vistas así las cosas, ¿puede alguien explicarme el motivo de un vasco como Arzalluz o Ibarreche, para querer ser etnia y tener mucha identidad, cuando les resulta tan sencillo evitarlo? ¿Será que tocando el saxo hay mucha competencia, pero con la chalaparta poca? Y así volvemos al efecto de la chalaparta sobre la identidad, con o que se cierra el círculo, y se acaba el cuento.

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chalaparta

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Preguntas pendientes:

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Esperamos que se comprendan sin dificultad dos preguntas que nos queman la boca y por cuya respuesta debería el Eusko Identitatea Jaurlaritza emprender el viaje que le proponemos:

  • ¿Es Nueva Guinea - Papúa una nación / pueblo / cosa, o son setecientas? ¿O acaso mil? O, traducido al lenguaje ibarrechino: ¿El derecho a decidir es cosa de los papúa - neoquineanos, o de los mbutu, tuputu, rascutu, coñutu, etc, etc, cada uno por su cuenta? ¿Y por qué?
  • ¿Los países antiguos de “cultura general” no tienen en su historia instrumentos parecidos, o comparables en su rusticidad, a las afamadas eusko-txalapartas? Parece raro, ¿no? ¿Y no será que se han olvidado de ellas, y con ellas de su supuesta paleo identidad, para dedicarse a jugar un juego más moderno y más universal?
Quedamos en un sinvivir.