Conejillos de Indias
Mientras sigamos pensando que los derechos son de las lenguas, y no de las personas, y que las lenguas son de los pueblos (sea eso lo que sea), y no de las personas, seguiremos siendo conejillos de Indias de los constructores de nacioncitas aldeanas.
-¿Libertad para qué?, preguntaba Lenin.
-¿Libertad para qué?, podría haberle contestado Hitler, o también Franco.
Asombroso. Nos lo explica muy bien J.M. Ruiz Soroa en El Correo:
Lo asombroso del caso no son los medios que se han utilizado para conseguir el espectacular incremento del euskera, dado que éstos sólo podían ser la coacción indirecta y la mezcla de palo y zanahoria. Lo asombroso es que tales medios hayan tenido y sigan teniendo pleno soporte legal y constitucional y, por ello, sean inobjetables desde un punto de vista estrictamente jurídico. Lo asombroso es que hayamos montado en España un sistema normativo que permite a las autoridades de turno organizar gigantescos experimentos de reconversión lingüística de enteras masas de población nada menos que a finales del siglo XX. Con la ley en la mano. Esto sí que es asombroso.