Jugando al cambio climático
Foto de www.tomaatnet.nl/~wesker/photo.html
En IceCap.us vemos la siguiente historia.Correne Erasmus-Coetze iba a ser la primera mujer africana en atravesar a pie Groenlandia, y participaba en una aventura / expedición cuyo objetivo era concienciar al personal sobre el calentamiento global, y de paso sacar fondos para su Wilderness Leadership School, de Durban.
Pero el problema con el calentamiento global catastrófico, la desaparción del hielo y los osos polares, y esos cuentos, es que no hay tal. El frío, la nieve, y las tormentas, siguen en su sitio, como para su desgracia ha podido comprobar Correne Erasmus-Coetze, que se ha visto obligada a abandonar la aventura, precisamente por falta de calentamiento global.
Puto frío. Correne ha explicado que las condiciones eran mucho peores que cualquier cosa que haya visto en expediciones previas, a los polos Sur y Norte. Era “como andar en leche”, dice, y el cielo venía tan cubierto de nieve que no se distinguía del horizonte. Después de tres días seguidos de temporal en ese plan, han tenido que dejar la aventura, y volver.
Tranqui, Correne; otra vez será. Cualquier día de estos nos convences de que el calentamiento global es tanto que Groenlandia está llena de verdes prados con cebras pastando, y escépticas jirafas controlando la lejanía, nada lechosa. Pero no te tomes los cuentos tan en serio, mujer. Porque para convencernos de que con eso del clima pasa algo anormal, en vez de lanzarte a esforzadas marchas por la nieve, deberías mejor hacernos creer que es mentira que lo vikingos se instalaran en Groenlandia, con su granjas, aldeas y cultivos, durante varios siglos. Como si fuera mentira que no hace tanto, hacía más calor en Groenlandia que ahora. Sin CO2 extra, ni pecado original del hombre moderno.
La religión, ya sabes, no necesita demostrarse con caminatas bajo los elementos. Es cosa de fé. Simplemente.
°¿°