Bye bye PP.

El PP del nuevo Rajoy, ha conseguido en un solo dia desprenderse de Maria San Gil y limitar en el parlamento las posibilidades de hablar de Rosa Diez.

Lo que haga cada calzonazos en su casa, es cosa suya. Pero lo mas sorprendente de este caso del nuevo Rajoy son las opiniones de fuera. Un gran monton de opinadores, desde posiciones PSOE y desde posiciones digamos Gallardon-Fraga, parece haberse puesto de acuerdo para explicar la crisis en estos terminos: el PP se desprende de su ala derecha para centrarse. ¡Que bonito!, ¿no? Pero, ¿a nadie le resulta sorprendente que los mayores adalides de ese supuesto centrismo sean nada menos que el franquista Fraga y el ex secretario general de aquella AP situada bien a la derecha de la UCD de Suarez?

¿Cual es la diferencia visible entre el nuevo Rajoy “centrista” y el antiguo de “derecha extrema”? Pues solo se pueden ver dos diferencias. La disposicion a caer simpaticos a los nazionalistas, y la disposicion a aceptar un falso laicismo que parece mezclar una separacion de la cultura cristiana de las cosas de gobierno, con todos los guiños posibles a cualquier religion no cristiana y mayormente al islam. ¿Es eso ser menos de derechas? ¿Bailarle las gracias al Kalehendari o a Ahmadinejad, y multar al castellano por doquier, es ser menos de derechas?

Y es que ese es el problema del rollo de las banderas. Es muy facil envolverse en la bandera española y despertar con eso los sentimientos de la tropa. Es muy facil porque no necesita mayor explicacion y puedes al mismo tiempo colaborar con el destierro del español de buena parte de España, y con el desigualitario pufo vasco, y con lo que sea. La banderita nos salva de pensar. ¿Por cierto, en que colores se van a envolver ahora las tenidas callejeras del PP? ¿Llenaran las calles de gaviotas azues, para no ofender?