A los algoreros se les ve el plumero.
Hay una preciosa web australiana, de la Australian Broadcasting Corporation & Film, en el estado de Victoria, hecha para que los niños se conciencien de las maldades del CO2. No se trata de una quemada de coco de ecologismo genérico, ni de la limpieza del planeta, sino de CO2 puro y duro.
En la página, llena de dibujos animados y aventuras de la heroína “Greena”, los niños tienen una herramienta para calcular si son buenos o malos con respecto a su propia contribución al CO2 que emite la humanidad, y a través del cálculo aprender a ser buenos. ¿Y en qué consiste ser buenos? Básicamente en lo previsible, y algo más. Lo previsible es usar un coche pequeño, o mejor la bici o el bus. Y vivir en una casa pequeña con grandes ahorros de energía, y mucho uso de energías renovables. Y no mirar la carne ni de lejos. Pero la novedad, donde a los algoreros se les ve el plumero, es cuando les cuentan a los niños en qué deben de gastar su dinero. Si lo gastas en lo que te apetece, explican, produces 1,6 Kg. de CO2 por dollar gastado (0,6 €). Y eso es muy malo. Si quieres ser bueno y no ser un cerdo asqueroso, debes de gastar en cosas energéticamente eficaces, y sobre todo invertir en las empresas que las crean.
¿Gracioso lo de pensar en los niños inviertiendo capital? Tal vez no tanto. Tal vez alguien haya pensado en el porculo que tales niños pueden dar a sus papás, que son los que decidirán donde se invierten los ahorros de la familia.
¿Increíble la historia? Pues pasen y vean –>
Y no os perdáis el truqui, que se encuentra en el “Greenhouse Calculator” donde puedes calcular cuando debes morir para no producir más CO2 de la cuenta, y en qué debes de invertir tu dinero para ser bueno y tener derecho moral a vivir un tiempo razonable.
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¡Y todavía hay gente que tiene mideo de la EpC!