Lo del vascuence cambia las cosas
En el problema nazionalista, este asunto de la guerra de lenguas cambia el esquema, porque desgraciadamente el personal suele motivarse más con asuntos de índole práctica inmediata, que por cuestiones morales o de alta política.
Y resulta que la coña lingüística se ha convertido no en un arma más del nacionalismo, sino en la principal herramienta del nacionalismo. No cuela lo de la raza, porque si existiera tal cosa habría mucha más raza no vasca que vasca por aquí. La cosa cultural está aún peor, que con la globalización cada día somos todos más parecidos. Al menos en Europa. Así que el truqui está en el vascuence. Y no les funciona.
Habrán conseguido que todos los jóvenes chapurreen algo de batúa, pagando un precio de locos por ello, pero no consiguen que se hable. Y ahora que quieren obligar a que todo el mundo aprenda y use vascuence batúa, es imposible que la gente no note de forma muy directa la putada que le están haciendo.
Sí, vale, la presión ambiente, la pasta pública, más la presión del terror hacen mucho. Pero no es lo mismo una cuestión teórica, como que si somos galgos o podencos, o una cuestión difícil de entender como la de la libertad, que algo que nos atañe tan directamente como que no podamos ayudar a nuestros hijos con sus estudios, ni saber lo que hacen con ellos, o darnos cuenta de la pérdida de posibildades en la vida que van a sufrir si se acostumbran a estudiar y leer en una lengua marginal, pudiendo hacerlo en la lengua que tenemos.
De la coña de las lenguas va a depender la victoria o la derrota del separatismo. Y la única forma que tienen de ganar es yendo en contra del interés de la gente, de una forma que no se puede disimular. Así que tal vez solo haga falta un pequeño revulsivo para hacer que la gente se pregunte: -¿Y toda esta locura, para qué?
Es una desagracia, pero los asesinatos ya no motivan tanto como solían. Porque el flautista les ha contado que eso se arregla si se dejan convertir de galgos en podencos. -¿Y qué más da? Pero con las consecuencias de que te cambien de castellano a vascuence, con eso no se puede decir ¿qué más da?
Esa es la diferencia. Que pasamos de lo etéreo al vil metal.