La religión del calentamiento global y el laicismo.
Acaba de cumplirse el 20 aniversario de la inauguración oficial de la calentología, la religión del calentamiento global ahora llamado cambio climático. Y lo ha celebrado su máximo sacerdote, Hansen, en una comparecencia en el congreso de los EEUU pidiendo un juicio contra los directivos de las petroleras porque contribuyen a sembrar dudas sobre su incontestable revelación.
Sabemos bien que el que los hechos contradigan la verdad religiosa nunca ha suido un impedimento para el éxito de la religión. Ya Festinger estudió en su libro Cuando la Profecía Falla (1956) la condicion para que triunfe la creencia sobre los hechos: el que la creencia tenga soporte social. Es muy improbable que un creyente aislado pueda soportar un fuerte dosis de evidencia contraria a su creencia, pero si forma parte de un grupo en el que unos se apoyan a los otros se puede esperar que la creencia se mantenga, e incluso que los creyentes hagan proselitismo a pesar de los datos que sugieren su error.
El calentamiento global antropogénico no es un cuestión científica en este momento; es una cuestión religiosa. Las profecías de Hansen de hace 20 años, cuando el pistoletazo oficial de salida, solo destacan por lo equivocadas. La temperatura global no ha seguido la pauta anunciada, sino una bien diferente:
En el informe Hansen había tres predicciones, que se representan en las tres líneas que continúan tras 1988. La que daba temperaturas más bajas era la previsión si se reducía drásticamante la emisión de CO2 industrial, cosa que no ha ocurrido. Y sin embargo la tempertura real (línea roja) es marcadamente más fría que en ese supuesto benevolente de James Hansen.
Pero les da igual. Hemos llegado a la fase en que el enfriamiento es prueba de calentamiento. A la fase en que la demostración de que no es el efecto invernadero el que ha producido un muy ligero aumento de temperatura a finales del siglo pasado (la ausencia de “firma invernadero” en la troposfera), no importa. A la fase en que el dato constatable de que las hipótesis alternativas coinciden mejor con los hechos conocidos da igual. Religión. y la religión no se combate con la ciencia, o no solo con la ciencia; conviene añadirle una mentalidad laica, y una actitud política laica.
Nota: La imagen de los creyentes viene del artículo del Wall Street Journal Global Warming as Mass Neurosis, y lo de la profecía de Hansen de blog Climate-Skeptic.