Galeusca: escritores que no saben escribir.
Una “Federación de Asociacions de Escritores GALEUSCA” ha parido un contramanifiesto. Contra manifiesto en contra del manifiesto por la lengua común. Parece que se trata de una asociación de escritores que no saben escribir. Ni leer, ni pensar. La sintaxis es el alma, decía Umbral. Pues como sea verdad …
Vean, vean. Arrancan así los gachós:
Ante el discurso pretendidamente homogeneizador y centralista que subyace en el Manifiesto por la Lengua Común, la Federación de Asociaciones de Escritores GALEUSCA manifiesta que ...
O sea que no se trata de un discurso homogeneizador y centralista, porque si lo fuera dirían Ante el discurso homogeneizador y centralista. ¿Cual es entonces el problema? ¿Un discurso que no resulta homogeneizador y centralista? Ellos sabrán, que deben de entenderse muy bien entre si. Con sobreentendidos, al parecer.
Y siguen:
1. La realidad plurilingüe que conforma y da existencia al estado español, ...
Lo que sugiere una idea bastante curiosa: para acabar con el estado español, anhelo de muchos de ellos, nada como acabar con aquello que lo conforma y le da existencia: la realidad plurilingüe. Así que ETA, Carod, Ibarretxe, y resto del circo, ya sabéis: para acabar con España, lo suyo es que en España se hable una sola lengua.
Y todo así, en ese plan, como por ejemplo: La visión anuladora que desde la enriquecedora realidad plurilingüe española se transmite desde el Manifiesto. Esto … -¡Oiga!, ¿desde donde? ¿Desde la enriquecedora realidad, o desde el Manifiesto (sic)? Verdaderamente, si Umbral estaba en lo cierto necesitamos con urgencia un psicopatólogo. El horrible contamanifiesto, agárrese que vienen curvas, está estudiado con más detalle y mucha más paciencia por Santiago González en su blog –>.
Pero tratemos de superar la farragosa sintaxis epiléptica, y tratemos de ir al fondo de lo que están diciendo; tanto estos escritores que no saben escribir, como ZP y los suyos. Y lo que están tratando de decir, sintaxis aparte, es que no, que usted no debe tener libertad para elegir en qué lengua oficial estudia su hijo, porque eso perjudica que las lenguas cooficiales se hablen tanto como según ellos se deberían de hablar. O sea, que su función aquí, querido conciudadano, no es ser libre, sino servir de soporte a la expansión de unas lenguas cuyo uso les ha dado el capricho de extender. Es lo que algunos llevamos tanto tiempo diciendo: que no es que usted tenga una lengua cooficial, sino que esa lengua le tiene a usted. Pero eso es sino una prosopoeya que disimula las cosas. La realidad es que unos nacionalistas le tienen a usted para extender la lengua que les conviene políticamente. En sus manos está dejarse o no dejarse. Pero se dejará.