Pachindacari y el charnego rastrero, tío Tom Montilla.
Buena trifulca la que se ha montado en el parlamento de cataluña, con el secretario general adjunto de CDC (CiU), Felip Puig, dándole caña a tío Tom Montilla porque que “destroza” el catalán y no es “capaz de usar la lengua propia con propiedad”.
Se lo merece. Tanto esfuerzo por erradicar su lengua y la de los suyos de Cataluña, tanto besarles el culo a los nacionalistas, para que lo desprecien como a un charnego rastrero. El mismo camino que se puede presumir a nuestro Pachindacari y a sus votantes.
Pero no aprenderán. Nunca aceptarán que su lengua propia no puede ser la que no hablan con un mínimo de propiedad. Y que por chuparles el culo a los nacionalistas solo conseguirán que les desprecien, pero jamás que les respeten. Para elegir entre el desprecio y el odio de un nazi, es mejor que el negro, el charnego o el maqueto elija el odio. Eso al menos le permite respetarse a sí mismo, y que no le tomen por un tío Tom.