La cadena perpetua y los etarras
Anda estos días la tropa política a vueltas con la cadena perpetua. -No, que horror-, -imposible, ni hablar-, y en ese plan. Desde el PP hasta el último. Pero yo propondría hacerles caso a los etarras, solo por esta vez. ¿No dicen que estan en guerra conta “el estado español”? Pues que sigan con su guerra pero, que yo sepa, en las guerras no se suelta a los prisioneros hasta que se acaba la guerra. Salvo intercambio, pero los etarras no tienen nada que intercambiar. Entre otras buenas razones, no se acostumbra a soltar a los prisioneros de guerra para no vuelvan a coger las armas, ni a participar en el esfurezo bélico. No hay reinserción ni cuentos que valgan en las guerras.
¿Que tal que cumplan que cumplan las penas que les correspondan según el código penal, con todos sus descuentos y las virguerías conocidas, y después derechitos a un campo de internamiento para prisioneros de guerra, hasta que su maldita guerra se acabe? Y a partir de ahí, sí; así sí se puede negociar.
Y esta estrategia tiene otras ventajas. Haría felices al resto de nacionalistas vascos, que ponen carteles de “necesitamos la paz” en los ayuntamientos y diputaciones. Y al PSOE mismo, que tambien nos va a traer la pazzz en cualquier momento de estos. Les ahorraría el bochorno (si fueran capaces de vergüenza) de hablar de la paz cuando no hay guerra.
Pues eso.