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Consecuencias éticas del cambio climático

Es muy fácil, agobiados por la calentología al-gorera, empezar a despotricar de la industria, de la vida moderna y del desarrollo económico. La culpa siempre es de los demás, ¿eh? ¿Y qué hay de la responsabilidad personal? ¿Que hay de nuestra personal contribución al aumento de la polución atmosférica?

Pues habrá que atender a las consecuencias éticas de nuestros actos. Y habrá que considerar qué conductas favorecen la inminente catástrofe, y cuales la pueden retrasar. Y podemos establecer categorías según la bondad de esas conductas, y así saber qué es lo mejor que cada persona puede hacer, que por este orden será:

  1. Matar a todos los que pueda. Si son hembras fértiles (de cuyo número depende la reproducción), mejor. Si le parece excesivo, puede usted ...
  2. Suicidarse. Si tampoco está por la labor, debería al menos ...
  3. Evitar en lo posible el ejercicio, especialmente el deporte, porque la musculatura usa oxígeno como combustible, y produce CO2 como resíduo. Pero como esto no es del todo suficiente, debería usted además ...
  4. Volver a la edad de piedra y buscarse una buena cueva cerca de un paraje con caza y pesca.
Podemos llamarle el tetrálogo de la ética calentóloga.