Hablando de crisis

Ni idea de economía. Pero sí parece que la mayor parte de los economistas están de acuerdo en que es necesario reducir el gasto público, aunque discutan qué parte del mismo achicar. Pero en España estamos en una situación envidiable. Tenemos un montón de gasto público perfectamente prescindible, así que debería ser muy fácil saber por donde empezar:

• Todas esas televisiones públicas, pozos de gasto sin fondo.
• Funciones autonómicas absurdamente duplicadas (diecisietuplicadas). Está muy bien, y será imprescindible que haya una oficina de la sardana en Cataluña, otra del flamenco en Andalucía, y otra de la txalaparta en Vasquilandia. Y que menos que otra de gaita en Galicia. Pero basta con una sola oficina, en vez de 17 + 1, para casi todo lo demás.
• Los innumerables chollos mafioso autonómicos para subvencionar a los amiguetes, como esos estudios pagados por la generalitat sobre la vida y vicisitudes del Gambito Rayado de la cuenca del Orinoco, con los que se forran los allegados de la mafia.
• La broma multilingüística, tan entretenida, pero tan onerosa en tiempos de tribulación. Que una cosa es dar un empujoncito salvavidas a las lenguas marginales, y otra es cambiar a capricho, y gastándose una fortuna, los usos lingüísticos del personal. Aparte de que no es marginándonos como vamos a salir del atolladero.

¿Razonable, no? ¿Será mejor gastarse las pelas en la gente, o gastársela en las chorradas, y en los sistemas de publicidad y financiación gratuíta de los partidos con mando? Pues que empiecen las apuestas. Yo apuesto a que no hay partido que proponga algo así.

¿Por cierto, como es eso de que antes de la no crisis no tocaba hablar del aborto, pero ahora que por fin tenemos la no crisis encima resulta de la máxima urgencia? ¿Será desenterrando la guerra civil como vamos a crear puestos de trabajo? ¿O será con las ayudas al suicidio? Temblad, malditos.