Y nosotros con estos pelos, y sin oposición.

Quiero decir con estos zapapelos:

• "Si yo fuera jefe de la oposición, yo hubiera dado un sí [énfasis], sin condiciones; un sí [énfasis], sin peros."

• "He tenido la sensibilidad de informar a Rajoy porque la situación es muy difícil y las decisiones a adoptar deben ser apoyadas por todo el país"

Ojo, zapaterismo puro: apoyadas por todo el país, no consensuadas, o elaboradas por todo el país. Informa, sin dar detalles; no consulta. Y acepta la posibilidad de un debate parlametario después de tomadas las medidas. El tío que tuvo la caradura de negar la crisis para proteger su resultado en las elecciones, ahora tiene la caradura de exigir que todos los españoles se callen y traguen con lo que se le ocurra proponer como solución.

Bueno, no solo caradura. También parece que tienen una visión de la jugada particularmente brillante. Debe hacer justo un año cuando nos enteramos que el Gobierno de España estaba deshaciéndose del oro que tenía, porque financieramente no era una buena idea. Y afirman, tal cual, que 50 mil milones de deuda pública no costará ni un duro a los españoles. Y de control de ese dinero, ni hablemos. Podemos poner la mano en el fuego en que no se va a usar para sanear los balances de las entidades financieras “afines”, en vez de para financiar la actividad económica. Palabrita del niño jesús.

En fin, que votamos lo que votamos, y la consecuencia inevitable es que tenemos lo que tenemos. Lo que merecemos; ni más ni menos. El mejor gobierno y la mejor oposición posibles. Por listos.

Y también es normal que nadie entienda nada. Todos los expertos parecen estar de acuerdo en que el origen del problema ha sido el exceso de liquidez provocado por los bancos centrales. Y los mismos expertos parecen estar de acuerdo con que la solución es inyectar más liquidez. Pues será así, que para eso lo dicen los expertos. Lo mosqueante es que la experiencia de esos expertos no ha evitado lo que ha ocurrido. Pero … ¿donde hay otros expertos?

Por cierto, da la impresión de que la solución pasa por sacar dinero de donde no hay, y por reducir el gasto público a lo bestia. Pues tenemos mucho margen, y no me refiero solo a los 644 asesores que tiene Zapatero. ¿Hemos oído a la oposición hablar de los 17 gobiernitos que tenemos, y pagamos, haciendo una función que en buena medida podría hacer un solo gobierno central? ¿Alguien ha propuesto cerrar el agujero negro de las televisiones públicas? ¿O del costo de las gracias lingüísticas en las que nos hemos embarcado? Pues es un montón de pasta, así, con tres choradas. Más los innumerables gastos supérfluos y partitocráticos que debe de haber por ahí.