Diálogos de calentamiento global II
Comprendo perfectamente lo que te motiva. No estoy de ningún modo exento de esa motivación. Y aunque te sorprenda, soy tan ecologista, o tan anti polución como el primero. Hace más de veinte años que crucé por primera vez el atlántico en un pequeño barco de vela, y me tropecé con mierda (plásticos y todo tipo de basura), todos y cada uno de los 29 días de travesía. Todo el océano enmierdado.
Estoy convencido de que tenemos un montón de problemas de polución ambiental. Entre otras cosas porque la veo, y la huelo. Solo que el CO2 ni se ve, ni se huele, ni es polución, sino fuente de vida. Dices que lo sacamos de debajo de suelo, y es cierto. ¿Pero sabes de donde vino antes de estar enterrado? Pues del aire, y lo sacaron de allí las plantas. Las plantas comen CO2, y cuando se mueren, si acaban enterradas, se llevan para allí el CO2. Así que en plan poético se podría decir que solo le devolvemos al aire su CO2 natural.
Pero eso es poesía, claro. No es un argumento.
Lo que no es poesía es el efecto que va a causar la campaña anti CO2. Encarecer formidablemente la energía, y con ello empobrecer a todos. Bueno, a todos no, solo a casi todos. Las grandes multinacionales, incluídas las petroleras, que también producen renovables, se van a forrar. De hecho necesitan cambiar su negocio antes de que el petróleo se acabe, pero su nuevo negocio solo es negocio, de momento, si se lo subvencionan.
No te engañes; esta guerra no va contra las petroleras. Va contra el carbón. Una tecnología al alcance del tercer mundo que va a ser sustituida por otra que solo pueden vender los países desarrollados. ¿Quien crees que les va a vender las centrales nucleares, los molinos de viento y las placas solares?
Y los políticos van a tener muchos más impuestos y gestión de dinero, que les servirá para aumentar su poder, y para disminuir el control a su poder. ¿Dudas acaso que la consecuencia de esa guerra contra el CO2, va a ser la salida de dinero de casi todos los bolsillos, y entre ellos el tuyo y el mío, para acabar en unos pocos bolsillos?
Pero esto es política. Una consecuencia política mala, muy mala, que vendrá con la excusa de los supuestos peligros del CO2. Así que no queda otra que examinar con lupa esos supuestos peligros, para ver si son verdad. Y no hay ningń motivo real para pensar que lo sean. Del CO2 están archicomprobados los efectos benéficos. Pregúntale a cualquiera que tenga un invernadero. Le meten CO2 al invernadero. Pero no porque produzca calor, sino porque hace crecer más a las plantas, y les ayuda a superar la falta de agua y las temperaturas bajas. Así que el CO2 debería ser el gas verde por excelencia. Un gas completamente natural, por otra parte. Tan natural, que tú mismo lo produces cada vez que respiras.
En cambio los supuestos efectos negativos del CO2 son una pura hipótesis, que de momento los datos no sostienen. Y fíjate que como hipótesis misma no es muy buena. O es muy problemática. Porque no se basa en el efecto directo del CO2 sobre la temperatura. Ese es muy pequeño, incluso en la teoría, y con eso no podrían asustar a nadie. No, se basa en un supuesto efecto indirecto, que básicamente consiste en que un pequeño aumento de temperatura produce vapor de agua, y ese vapor de agua produce más calor, etc, etc.
¿Ocurre eso? Los datos dicen que no. Y es que esa hipótesis es un arma de doble filo. Porque más vapor de agua podría producir más calor en la atmósfera, es cierto, pero también podría producir más frío, si ocurre en forma de nubes, que tapan los rayos del sol. Más otros fenómenos más complejos asociados a las lluvias y tormentas, que hacen como de refrigerador natural.
Me temo, Frenando, que no queda más remedio que mirar lo que dicen los científicos, si se quiere tener una idea de cual es el problema, o el no problema. Y sí, yo si leo la literatura alarmista. Y la escéptica. Y porque leo las dos es por lo que puedo decir que no tengo ningún motivo para pensar que existe un problema con el CO2. Por supuesto que puedo estar equivocado. Pero pienso que no hay nada mejor que hablarlo, poner los datos y argumentos encima de la mesa, y compararlos. Y lo que veo es que desde el alarmismo, en general, no quieren saber nada de esa actitud. Les encanta el argumento de autoridad, que no es un argumento científico. Las academias dicen … Hay un consenso …. Etc, etc. Y les encanta silenciar las opiniones contrarias. Demonizar al enemigo, para que no pueda hablar ni ser escuchado. Te puedo poner ejemplos a porrillo.
En fin, que sí, que tienes razón. Tiramos un montón de mierda que sería mucho mejor que no tiráramos. Y vamos camino de convertir la tierra en una maldita granja de labor sin ninguna diversidad ni interés. Me apunto a esa protesta. Siempre me he apuntado a eso. Pero la película del CO2 es otra vaina distinta. Muy distinta.
Un abrazo, amigo.
Y, perdón, otra nota. No sé si tú has podido notar o no un cambio en el clima. No sé donde vives. Pero sí te puedo decir que la experiencia y los recuerdos de una persona no es la forma de medir eso.
Durante el siglo XX hubo un aumnto de temperatura global 0,6ºC - 0,7ºC. El siglo anterior, algo parecido. En lo que vamos de siglo, nada. Durante lo que los climatólogos llamaban “óptimo climático medieval” probablemente hacía algo más de calor que ahora, en la tierra en general. Hace seis mil años, todavía un poco más. Y ha habido períodos más fríos también. El clima cambia. Ha cambiado en el pasado, cambia en el presente, y cambiará en el futuro. Y es mejor para todos, desde el punto de vista de la salud y la producción de alimentos, cuando está en la fase cálida que cuando está en la fase fría.
Bueno, vaya, me he quedado enganchado con tus pegas, Lasagno.
Otro argumento típico del alarmismo, una vez que les demuestras que de forma natural ha habido más calor en la tierra que ahora, y no hace tanto tiempo, es cuando contestan que sí, que vale, pero el cambio ahora es mucho más abrupto que antes. Pues eso lo tienes a huevo. Busca en internet gráficos de paleo temperatura del holoceno. Y verás muchas subidas tan bruscas o más que la de ahora. Y su buscas un poco antes del holoceno, en concreto el fenómeno del Younger Dryas, lo de ahora te parecerá la cagada de una mosca comparado con aquello. Y no desaparecieron los osos polares, ni entramos en una espiral de calentamiento sin retorno.
Te dirán entonces que de acuerdo, que el problema no es ni la cantidad de calor, ni la brusquedad de la subida. Que el probema, de verdad de la buena, es que lo de antes era algo natural, y lo de ahora es algo producido por el hombre. Ante lo que la única respuesta sensata es preguntar: -¿Y eso, como lo sabes? ¿Tendrías la amabilidad de demostrármelo?
Así andamos.
Nota: Se trata de una respuesta real del menda, a Fernando Lasagno, muy preocupado por el calentamiento global, en el blog de un amable ecologista que publica con el apodo de Impulsoverde. De allí la he copiado.