Clima, consenso, economía, y sensatez.
Consenso. Siempre hablan del consenso. Organizan una campaña formidable, crean una corriente de opinión que convence a los medios de comunicación de lo conveniente que resulta para las ventas asustar a la gente, y luego dicen que hay un “consenso”. ¡Pues claro, como que los dicrepantes no tienen donde colocar su voz! Añádase la politización de la burocracia universitaria, y el sesgo de la concesión de fondos para la investigación, y tendremos un consenso, como no.
Y sin embargo, cuando rascas, no hay tal. Como demuestra la reciente encuesta que ha hecho la Asociación Profesional de Ingenieros, Geólogos y Geofísicos de Alberta (Canadá). APEGGA. De la encuesta, publicada en el Edmonton Journal –> ha resultado que, entre los miembros de la asociación …
- Solo el 26% atribuye el calentamiento global a la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles.
- El 27 % lo atribuye a causas naturales, como los volcanes, las manchas solares, los movimientos de la corteza terrestre y la evolución natural del planeta.
- Solo un tercio cree que la causa del cambio climático ha sido identificada.
- El 68% está en desacuerdo con la creencia popular de que el debate científico sobre las causas del reciente cambio climático está resuelto.
- No nos sorprende en absoluto-, ha declarado Neil Windsor, el director ejecutivo de APEGGA. -Que nosotros sepamos, no hay un claro consenso científico.
¿De donde sacan entonces eso del “consenso”? De la burocracia científica y universitaria, cuyos dineros dependen de los gobiernos, o sea de los políticos. Y a los políticos, en general, les encanta sacar cada vez más regulaciones y controlar el flujo del dinero. Y más aun si con ello consiguen aparecer como los salvadores de la tierra, nada menos.
Pero todo tiene un límite. Y parece que esta vez el límite lo puede establecer la crisis económica. Ángela Merckel ha sumado su voz a la de otros países que han dicho que hasta aquí hemos llegado:
(EFE) La canciller alemana, Angela Merkel, bloqueará los acuerdos climáticos en la cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas, si estos ponen en peligro puestos de trabajo en Alemania, según explica este lunes el rotativo germano Bild.Y eso es lo que hacen exactamente las propuestas que hay encima de la mesa. Poner en peligro muchos puestos de trabajo, además de aliviar los bolsillos de todos los contribuyentes. ¿Hay propuestas diferentes, y conciliadoras, a la estrategia de encarecer brutalmente la energía para combatir el cambio climático? ¿Se podría llegar a un punto común que satisfaga tanto a los seguidores de Al Gore como a sus detractores? Sí, hay propuestas de ese tipo, como la idea sugerida por Ross McKitrick, y que llama el “impuesto T3″-->? A los más exaltados activistas verdes no les convence. Pero es normal, porque su objetivo no es combatir el cambio climatico. Esa es solo su excusa para controlar política y económicamente la sociedad. La cuestión es, ¿que pensaremos los demás?
El original en inglés del “impuesto T3 se puede ver aquí –>.