El coste de tener una lengua propia.

Touriño ha pedido, y Zapatero le ha dicho que sí -como a todo el mundo- que el nuevo modelo de financiación tenga en cuenta el coste derivado de tener lengua propia.

-¿Ah, pero eso de la lengua propia no era un patrimonio?

Pues al parecer, ahora es un carga. Y los idiotas que no tienen lengua propia les tienen que ayudar (pagar) a los privilegiados que tienen lengua propia.

Gracioso asunto el de la “lengua propia”. Es una afortunada herencia, que hay que pagar -en vez de cobrar-, y es obligatoria. No se puede discutir si te interesa recibir esa herencia o no. Si lo intentas discutir, te agreden. Y no metafóricamente. En cambio, la otra herencia, el castellano, la que no cuesta nada, de esa sí hay libertad para prescindir. Hay más que libertad; hay estímulo público para tirarla por la borda.

No se puede protestar demasiado. Cuando solo eran unas minorías nazionalistas las que proponían tan aberrante esquema, se podía protestar. Pero ahora es la ceja y la alegría misma quien propone eso, y ceja y alegría es lo que hemos votado. Aun más, tanta es la alegría que produce la ceja, que hasta los marianos se han contagiado. Así que podemos estar contentos, porque vamos a recibir lo que hemos pedido.

Felices Reyes Magos.