La Antártida y su calentamiento. Opiniones.
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Fred Singer es profesor emérito de ciencias ambientales en la Universidad de Virginia, especializado en ciencia planetaria, calentamiento global, pérdida de ozono y otros aspectos de ambientalismo global. Fue el primer director del “National Weather Bureau’s Satellite Service Center”.
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Sobre ese nuevo estudio de calentamiento en la Antártida opina:
El reciente artículo de Nature sobre uno inesperado calentamiento en el tiempo en la Antártida ha despertado cierta cantidad de escepticismo -incluso entre quienes apoyan el calentamiento Global Antropogénico. [1]
Pero en una noticia aparecida en AP, dos de sus autores (uno es Michael Mann de RealClimate.org, el inventor del “palo de hockey) argumenta que el trabajo refuta a los escépticos y es “consistente con” el calentamiento invernadero. Por supuesto, y como señala Roger Pielke jr., no hace mucho en RealClimate.org nos decían que una Antártida enfriándose era “consistente con” el calentamiento invernadero, por lo que los escépticos estaban equivocados al señalar ese detalle:
Así que una Antártida calentándose, y enfriándose, es en ambos casos "consistente con" las proyecciones de calentamiento global de los modelos. Esta incursión de la ciencia climática en la lógica torturada del "consistente con", hace surgir la sempiterna cuestión: ¿qué observaciones del sistema climático serían "inconsistentes con" las predicciones de los modelos?Los resultados están basados en muy pocos datos aislados de las estaciones meteorológicas, y de datos de los satélites. Y ahí está la dificultad: estos no son datos de unidades de sonda de microondas (MSU), como las que publican con regularidad Christy y Spencer, sino datos de sensores infrarrojos, que se supone que miden la temperatura de la superficie (suelo), en vez de la del aire próximo al suelo como hacen las estaciones meteo.
Pero la emisión IR depende no solo de la temperatura de la superficie, sino también de su emisividad - y además es modificada por la absorción de las nubes y la bruma.
Son puntos difíciles. La emisividad de la nieve depende de su porosidad y del tamaño de los cristales de nieve. La nieve en polvo tiene probablemete distinta emisividad que la nieve prieta, así que los vientos pueden tener buena influencia. Y la emisividad del hielo es diferente, y también depende de que tenga una fina capa de agua en la superficie, producida temporalmente por la radiación solar. Finalmente, tenemos las inversiones de temperatura, que pueden atrapar una bruma esencialmente indetectable por sistemas ópticos desde los satélites.
La prueba del nueve, por supuesto, son los datos MSU, que muestran una linea de tendencia de enfriamiento, son poco afectadas por las condiciones de la superficie y nada afectadas por la bruma y las nubes. Por tanto son más confiables.
- Eric J. Steig, David P. Schneider, Scott D. Rutherford, Michael E. Mann, Josefino C. Comiso & Drew T. Shindell. Warming of the Antarctic ice-sheet surface since the 1957 International Geophysical Year. Nature 457:459-463, 22 Jan. 2009; doi:10.1038/nature07669
Fuente: Jennifer Marohasy –>.