Calentamiento global. La prueba.
No os asustéis; no voy a presentaros la prueba. Solo voy a seguir preguntando, ¿donde está la prueba?
No hay ni una sola hipótesis científica a la que no se le pida la prueba antes de aceptarla. Y preferiblemante una prueba en forma de predicción: una predicción de lo que sí va a pasar (y que no se podría explicar sin la hipótesis) y por tanto una predicción de lo que no va a pasar (y que si pasa invalida la hipótesis). Eso es ciencia, y eso es seriedad.
Pero, ante la amenaza más terrible de lo que le puede pasar a la humanidad (según los alarmistas), resulta que no nos tomamos el problema en serio, ni al científico modo. Dejamos que los cantamañanas nos den la tabarra sin exigirles la predicción / falsación. Y les permitimos que se pongan a hacer leyes que van a suponer una hecatombe económica. Tanto es, que en vez de ser los que proponen la hipótesis quienes sugieran la predicción que validaría o invalidaría su idea, tienen que ser los otros, los sensatos, los que se preocupen por ello.
La primera exigencia teórica es que la alta troposfera tropical se caliente notablemente más que la capa baja. No se cumple, pero los alarmistas se fuman un puro.
Calentamiento observado (Centro Hadley 2006, confirmado más tarde)
La segunda es que el calentamiento global que se observa se corresponda con lo que han predicho. Tampoco se cumple, y también se fuman un puro diciendo que ya ocurrirá en el futuro, y que haciendo virguerías estadísticas se puede demostrar que el no calentamiento no es estadísticamente inconsistente (todavía) con su predicción. Pero se cuidan muy mucho de decir en qué momento de no calentamiento se podría hablar ya de inconsistencia.
La tercera la acaba de presentar, muy sensatamente, Roger Pielke. Cada vez es más evidente que la clave del clima está en los océanos. Es lógico, es ahí donde se acumula casi todo el calor del sol que captura la tierra. Cualquier imbalace térmico acaba calentando el mar. y toda la teoría alarmista se basa en tal imbalance. Los alarmistas hacen unas descripciones muy claras sobre cuento calor acumula el mar en sus modelos prodigiosos. Tampoco se cumplen. ¿Cuanto tiempo tiene que pasar sin que se cumpla para que mandemos a casa, llenos de oprobio, a los alarmistas? Quosque tandem, Hansen, abutere patientia nostra?
Merece la pena leer entero el breve artículo de Pielke [–>], pero resumo los números para los vagos:
La predicción de Hansen sobre la acumulación en julios ( a una tasa de 0,6 vatios por metro cuadrado) tomando como base cero el final de 2002:2003 ~0.98 * 10** 22 Joules 2004 ~1.96 * 10** 22 Joules 2005 ~2.94 * 10** 22 Joules 2006 ~3.92 * 10** 22 Joules 2007 ~4.90 * 10** 22 Joules 2008 ~5.88 * 10** 22 Joules 2009 ~6.86 * 10** 22 Joules 2010 ~7.84 * 10** 22 Joules 2011 ~8.82 * 10** 22 Joules 2012 ~9.80 * 10** 22 Joules
La cruda realidad, con la misma base:
2003 ~0 Joules 2004 ~0 Joules 2005 ~0 Joules 2006 ~0 Joules 2007 ~0 Joules 2008 ~0 Joules 2009 —— 2010 —— 2011 —— 2012 ——
Esto es, según las predicciones del modelo del GISS, a final de 2008 debería haber aproximadamente 5,88*10**22 julios más de calor en los 700 metros superiores del mar que a final de 2002.
Para que las observaciones coincidan con la predicción del a finales de 2012, por ejemplo, haría falta una acumulación de 9,81022 julios durane los próximos cuatro años. Eso requeriría una tasa de calentamiento en esos 700 metros superficiales de 2,451022 julios al año, que se corresponde con un imbalance de aprox 1,5 vatios por metro cuadrado.
Esta tasa de calentamiento sería unas 2,5 veces suerior que los 0,60 vatios que Hansen reporta para el período 1993 a 2003.
Siendo cierto que el período para esta discrepancia es corto, la cuestión que habría que preguntar es el número de años necesario para rechazar que el modelo tenga capacidad predictiva sobre el calentamiento global, si persiste esta notable diferencia entre las observaciones y el modelo
Elemental, ¿no? Pues eso; que presenten la maldita prueba. La predicción que se cumple, o no se cumple. El modo de falsación que cualquier hipótesis necesita para ser siquiera escuchada.