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No estoy de acuerdo con la razonable convivencia lingüística

Un nuevo comunicado /decálogo adherible (que manía con el diez) de la Plataforma por la Libertad Lingüística. Circula por internet, y me ha llegado por email, aunque la verdad es que no directamente de ellos. Tengo mis dudas del origen. Y no estoy de acuerdo con él, porque es razonable cuando ya no hay lugar para la razón. Pero como tienen mérito, y merecen apoyo, pongo lo que me llega, que luego comento.

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Desde la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística pedimos a los ciudadanos su adhesión al presente decálogo, que tiene como objeto defender la libertad y el derecho de toda persona a que su lengua vehicular en la enseñanza sea la lengua materna, tanto si es el castellano como, en el caso del País Vasco, el euskera , ya que es un hecho reconocido que el aprendizaje se desarrolla y consolida mejor en lengua materna

Creemos que el poder estudiar en cualquiera de las dos lenguas oficiales es un derecho básico de todos los ciudadanos y no se puede supeditar este derecho a otros objetivos. En aras de una supuesta normalización lingüística se pretende conculcar el derecho a recibir la enseñanza en la lengua materna cooficial, lo cual podría perjudicar los niveles de formación y capacitación de los alumnos, dado que la lengua como elemento vehicular de la enseñanza resulta determinante a la hora de conseguir una educación de calidad que reduzca los niveles de fracaso escolar.

La obligación del Estado de asegurar el acceso a la educación en condiciones de justicia y de igualdad, debe garantizar y no puede impedir la libre elección de los padres y la toma en cuenta de las necesidades específicas de los alumnos. De llevarse a cabo la imposición lingüística planteada por el Consejero de Educación, únicamente unos niños recibirían la enseñanza en su lengua materna, sin intervención alguna de sus padres o tutores en la elección de la misma y en muchos casos en contra de su propio criterio.

Que es necesario defender el derecho de los padres a elegir, de entre las oficiales, la lengua en la que se debe basar la educación de sus hijos es la razón de este Decálogo .Y, a través de él, reclamar al Gobierno Vasco que no intente relegar la lengua materna de muchos vascos en el proceso de aprendizaje, en aras de una supuesta normalización lingüística, ocasionando con ello una injusta y radical separación de las propias raíces culturales.

DECALOGO

POR LA LIBERTAD DE ELECCION LINGÜÍSTICA

  • 1.- Respetar la diversidad cultural de la sociedad vasca a través de la convivencia armónica y pacífica haciendo posible dicha convivencia mediante una educación que sea ideológicamente neutral y alejada del adoctrinamiento.
  • 2.- Facilitar el uso de cualquiera de las lenguas oficiales en los diferentes niveles educativos , aceptando que las lenguas y las culturas deben estar siempre al servicio de las necesidades de las personas, y no al revés.
  • 3.-Trabajar la lengua teniendo en cuenta la cultura materna de los niños y las niñas ya que también es base para aprendizajes posteriores.
  • 4.-Pretender el objetivo por el que todos los ciudadanos lleguen a conocer bien las lenguas co-oficiales no debe estar basado en una imposición sino , en todo caso, en su promoción o estímulo.
  • 5.-Respetar a todos aquellos que únicamente deseen conocer la lengua autonómica lo suficiente para convivir afablemente con los demás y disfrutar de las manifestaciones culturales de ella, sin que esto implique que dicha lengua cooficial tenga que ser utilizada como vehículo exclusivo de comunicación.
  • 6.- Aceptar la idea de un plurilingüismo de alto nivel, pero firmemente asentado en la lengua materna de cada individuo así como un bilingüismo voluntario.
  • 7.- No imponer el llamado sistema de “inmersión lingüística”, que convierta la otra lengua cooficial en lengua exclusiva de enseñanza.
  • 8.- Respetar el derecho a comunicarse en la lengua de la que se sea hablante preservando la igualdad de derechos con respecto a cualquiera de las dos lenguas oficiales.
  • 9.-No permitir que las lenguas se conviertan en un instrumento de lucha partidaria así como en un foco de conflicto al no tener en cuenta las decisiones de los padres a la hora de educar a sus hijos.
  • 10.-Denigrar , relegar o menospreciar la lengua materna cooficial en los planes de estudios pues supondría un grave peligro para el desarrollo plural y abierto del País Vasco.

Con todo esto pretendemos ser un impulso para los retos que tenemos los miembros de la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística: diálogo, responsabilidad, defensa, disfrute, cooperación y aceptación de una convivencia real y estable basada en el respeto hacia las dos lenguas oficiales sin que ello pueda suponer nunca el sacrificio de la integridad de una de ellas.

Pues para mi que no. Eso es un proyecto de convivencia civilizada que intenta una concordia a base de aceptar varias de las eusko aberraciones. En primer lugar, la terminología. El castellano no es “la lengua cooficial”, ni “la otra lengua cooficial”. Eso lo será el vascuence, si  seguimos permitiendo la estupidez de que sea cooficial. El castellano es nuestra lengua; punto. Es nuestra única lengua común, en la única que nos entendemos. Y además es la única vía de acceso de los eusqueristas mismos a la cultura.

Pero es que estas cosa como … “Respetar a todos aquellos que únicamente deseen conocer la lengua autonómica lo suficiente para convivir afablemente con los demás”. ¿Que qué? Para convivir ya tenemos el castellano, y no necesitamos ninguna otra lengua, en ningún grado de conocimiento. Y el que no quiera convivir, que no conviva. Y tampoco estamos de humor para afabilidades. Ya han dado bastante por saco con el vascuence como para que sea “afabilidad” lo que nos sale del cuerpo. Afables son Zapatero y Pachindacari, y probablemente Basagoiti, y así nos va.  A estas alturas de la dictadura, yo solo quiero mi libertad. Y que los demás hagan lo que les plazca con la suya. Y si no nos entendemos, da igual. Peor son los tiros y las bombas. Y las mentiras y la dictadura.

Y no sigo, que lo mismo me enfado. Me la suda el puto vascuence. ¿Está claro? ¿Por qué diablos vamos a tener que aprender vascuence? ¿Por que a los eusco nazis les salga de sus caprichos? ¿Porque era “la lengua de aquí” en la Edad Media? ¿Y a mí que coño me importa la Edad Media?

Pero como son razonables, y arriesgados, y comprometidos, y tienen mucho mérito, aunque no tengan mucha razón, os propongo que firméis su manifiesto. Sobre todo a los que aún les quede alguna simpatía con el vascuence, y quieren, no sé por qué, que sobreviva. Porque cosas así son las únicas que le pueden dar alguna posibilidad.  A mi, como me da igual lo que pase con el vascuence, no firmo.

Nota: Mirando en la web de la Plataforma por la Libertad Lingüística, no veo este decálogo, y sí otro manifiesto. Mucho más corto, y al que no le pondría las pegas que le pongo a este decálogo. No le veo tanta afable preocupación.

Y añadido:

Es absurdo pensar que nos podemos librar de la dictadura nacionalista a base de afabiliad, complejos, y de pasarse la vida intentando no romper ningún huevo. Seguir cediendo no nos va a procurar ni una mayor esperanza de vida, ni siquiera una vida más tranquila, salvo que lleguemos a la cesión total y absoluta. No hay medias tintas. No quieren medias tintas. Eso es lo que llevamos treinta años intentando, y ya va siendo hora de que nos demos cuenta de que los nacionalistas solo quieren todo o nada. Así que es cosa de que cada cual elija si quiere darles, todo y vivir en una sociedad batasunizada, en la que siempre habrá una nueva vuelta de tuerca, o decide plantarse. Plantarse y decir: no hay lenguas sagradas ni pueblos sagrados; ni lenguas culpabes ni pueblos culpables. Lo que hay es mi libertad, y usted, mamón, no me la va a quitar.