Proteger un idioma
Los nacionalistas vascos parecen un poco duros de mollera, y Patxindakari también. Están convencidos de que el propósito, muy aceptable, de proteger el vascuence, les da derecho a imponerlo. Pero ese derecho que se arrogan convierte su propósito en muy poco aceptable, porque supone arrogarse el derecho a utilizar mi cerebro para su propio capricho.
Les pondré un ejemplo, espero que suficiente.
Las castañuelas son una manifestación de nuestra cultura. Y puede ser muy buena idea que alguien quiera proteger las castañuelas. Pero no hasta el punto de apropiarse de mis manos, sin mi permiso, para hacerlas sonar. Entonces ya no sería ninguna buena idea. Entre otras cosas porque no me pienso dejar.
¿Lo entienden?