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Ciencia climática y literatura "peer reviewed"

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Es típico de los alarmistas que solo aceptan para discutir aquello que haya salido en las revistas revisadas (peer reviewed). Porque saben el cotarro, y saben el sesgo que hay para poder publicar en ellas. ¿Pero, qué es más importante para un comunicado científico? ¿Que haya sido revisado (por alguien elegido por la revista), o que sea reproducible por cualquiera? Parece que el método científico exige lo segundo, y no lo primero.

Se podría pensar que las revistas serias exigen la entrega de todos los datos que hagan posible la reproductibilidad de lo publicado, antes de su publiciación, ¿no? Y que los tengan a disposición de quien los pida. Y se podría pensar que Nature es una revista seria. Pues, al menos con el clima, las cosas no funcionan así. Lo que pasa es que no solemos enterarnos. Pero a veces ocurre algún caso, a veces hay gente meritoria atenta, y se decubre el pastel. Como ha sido con el  famoso Steig et al 2009, de febrero, que aparece en la portada de la foto. Aquél que aseguraba que la Antártida se calienta, en contra de toda la evidencia anterior.

La tropa de estadísticos de Climate Audit pidió los datos, y los métodos estadísticos usados, que no aparecían en el artículo. Y les contestaron que los datos estaban en un servidor web. Pero ahí solo estaba la mitad, los de las estaciones meteorológicas, y no los de los satélites que también entraban en el cálculo. Y sobre los métodos estadísticos, les dijeron, con un par, que acudieran a las clases de los autores, en la universidad. Y les remitieron a un manual de usuario de un programa de estadística.

Nature se desentendió, con otro par. Aparentemente no tenía lo necesario para rerpoducir el trabajo, con lo que el supuesto “revisor” de la revista poco había podido revisar.

La gente de Climate Audit descubrió pronto errores en los datos a los que tuvieron acceso. Errores no graves respecto al resultado. Pero no había forma de reproducir el resultado con lo que tenían a su disposición. Así que se pusieron a buscar por su cuenta datos de satélites comparables a los que podía haber usado Steig, y sobro todo a hacer una ingeniería inversa de lo que el artículo describía sin especificar el procedimiento. Y acaban de anunciar que está casi resuelto. Merece leer la pena el comunicado (en inglés) y la discusión posterior. Pero la apuesta de que Steig et al 2009 y el calentamiento de la Antártida van a ser inválidos es una buena apuesta:

Steig Mystery (almost) Solved!