Osos polares, iconos, y humanos sin cerebro.
Tenía que pasar. Tanta vaina con los osos polares y el hombre pecador que los va a extinguir por culpa de su inaceptable forma de vida post neolítica. El lindo osito blanco como icono de la madre naturaleza, y el humano como asquerosa infección de la tierra. ¿Como quieren que se sienta la gente impresionable? Pues mal, inevitablemente. Como inevitablemente llegará alguien con el equilibrio emocional un poco desfasadillo, que querrá adorar y ser perdonado por los osos en el zoo.
Del primero no supimos nada, al menos en España. Fue en el Zoo de Berlin, donde un tío se metió en la cerca de los osos, alegando después que se sentía solitario, y que quería la compañía de Knut.
- ¿Knut?
Si, Knut. Una preciosidad de osito nacida en el zoo de Berlin, y convertida de inmediato en una de las estrellas mediáticas deAlemania. Cosas de la religión verde, ya sabéis:
Knut a los dos años:
En aquella ocasión los guardianes pudieron distraer a los osos tirándoles trozos de carne, y rescataron al adorador de animalitos sin peligro.
Esta vez no ha habido tanta suerte. Aunque ha podido ser peor de lo que ha sido:
La mujer de 32 años de edad física, auque vaya usted a saber la edad mental que ha alcanzado con la religión verde metida por medio, saltó la valla de dos metros de altura, y se dirigió hacia Knut. A través del lago, como se ve.
Tiene su sentido. Knut, en Alemania, es tan popular como si se tratara de un cantante de moda, o algo así. Y mucha gente, por lo que sea, siente el impulso de acercarse a los iconos populares, tocarlos, estar con ellos. No pocos acaban sucumbiendo al impulso.
Así que lo que acaba de ocurrir no es más que una de las consecuencias esperables de la religión de la adoración de los osos polares. Y esperemos que a los de la expedición chiflada Ártico [–>] no les pase nada, porque si no vamos a acabar teniendo una religión verde con mártires y todo. Lo que nos faltaba.