Cambio climático: ¿una nueva de físicos contra geólogos?
Después de la declaración de los geólogos de la Academia Polaca de Ciencias [–>], y del último congreso internacional de geología [–>], es inevitable recordar el gran choque histórico entre geólogos y físicos, cuando discutían sobre la edad de la tierra.
Desde principios del XIX, cuando desarrollaron el estudio de la lenta superposición de capas en la tierra (estratigrafía), los geólogos se dieron cuenta de que eran necesarios cientos de millones de años, para explicar lo que veían. Y lo remató Darwin, con la evolución de las especies, que también necesitaba de ese orden de tiempos.
Pero llegaron los físicos, con su visión simple del mundo, y dijeron que naina. El gran Lord Kelvin zanjó la discusión en 1897: el sol no podía tener más de 20 a 40 millones de años, así que la vida en la tierra, y probablemente la tierra misma, tampoco. Las leyes de conservación de la energía explicaban que el sol tenía que estar usando una fuente de energía para continuar brillando. Y ninguna de las fuentes de energía conocidas permitían un sol brillando durante más de esos 20 - 40 millones de años. Hasta Rutherford, Einstein y Hans Bethe, claro.
¿Se puede comparar a la discusión del cambio climático? Probablemente. Porque lo primero que vemos es una similar separación de opiniones por “gremios”. El escepticismo ante la hipótesis CO2 no está ni mucho menos igualmente repartido. Es comparativamente pequeño entre los físicos, y comparativamente grande entre los geólogos y meteorólogos. Y ocurre algo curioso entre los estadísticos que estudian el caso. Todos los estadísticos alarmistas son universitarios, y la mayoría de los estadísticos escépticos trabajan en empresas de ingeniería. Así que se puede establecer, groso modo, una división en dos campos. Los que están observando la realidad, y los que están colgados de teorías.
Es una simplificación, por supuesto. Los colgados de teorías también miran la realidad. Pero tienden a quedarse con los dos o tres datos de la realidad que les encajan, y a despreciar o negar el resto de la muy compleja realidad. ¿Se podría hacer un resumen de la diferencia de enfoque entre unos y otros? Se puede intentar.
Los geólogos fundamentalmente ven esto (pinchar para ampliar):
[caption id=“attachment_3986” align=“aligncenter” width=“510” caption=“ultimas glaciaciones”][/caption]
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Aunque se ve bien, mejor ampliar los dos últimos interglaciares, y comparar lo que sería la temperatura actual (punto rojo) trasladado al anterior interglaciar (punto verde), que es la situación más cercana a la actual con la que nos podemos comparar:
¿Algún motivo para pensar que esté ocurriendo algo anormal con la temperatura? Podrán decir que el nivel actual de CO2 (que no se ve en el cuadro) es un desmadre altísimo. Pero si el CO2 esta desmadrado, y le temperatura no, ¿cual es la relación entre ambos? ¿Y cual es el problema con el CO2, gas imprescindible para la vida, y alegría definitiva para las plantas?
Alarmista: - Es que ese CO2 va a hacer subir las temperaturas muy anormalmente. Ya las está haciendo subir a un ritmo completamente anormal, y ya están un un nivel no alcanzado en los últimos 2.000 anos.
Lo malo es que eso de que el CO2 va a hacer subir las temperaturas a tal nivel, es una teoría. Y las teorías hay que validarlas, o comprobarlas. Y esta está muy lejos de tal validación. Y no solo eso, sino que la propia teoría es tan poco firme, que predice una subida de temperaturas para 2100 en un rango entre 1,5ºC y 6ºC. O para explicarlo mejor, entre la temperatura correspondiente a lo que en geología llaman “Optimo Climático Interglaciar”, y una verdadera hecatombe.
Y lo malo es que los alarmistas, respecto a los últimos 2.000 años dicen esto:
[caption id=“attachment_2707” align=“aligncenter” width=“500” caption=“mann et al 2008”][/caption]
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y los escépticos dicen esto:
[caption id=“attachment_2705” align=“aligncenter” width=“500” caption=“Craig Loehle 2007”][/caption]
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Y las dos reconstrucciones son muy discutidas, y con fundamento, cada una por el bando contrario. Pero, fuera mayor o menor la variación en los últimos 2.000 años (y eso es algo que deberían estar estudiando con muchos más medios de lo que lo hacen), el caso es que la temperatura que tenemos no es nada anormal para el Holoceno. No es discutible que ha habido períodos en el Holoceno con más temperatura que ahora. Y con menos hielo en el polo norte que ahora. Por no hablar del anterior interglaciar. Y todo eso sin CO2. Así que no nos sirve el CO2 para explicar la temperatura actual, por mucho que aun no podamos explicar con claridad qué es lo que hace subir y bajar las temperaturas durante el Holoceno. No tener una explicación no quiere decir que haya que agarrarse a la primera (mala) explicación que pase por delante. Y mucho menos si esa explicación es del orden de hombre pecador (consumo) ha enfadado a los dioses (Gaia), y para evitar la hecatombe (calentamiento global), ha de redimir sus pecados (volver a la Edad Media). ¡Joder!, que ya hemos oído eso muchas veces, y siempre con el mismo fundamento.
Los físicos (muchos de ellos) nos dicen que con lo que saben, la hipótesis del CO2 y del hombre pecador es cierta. Es lo mismo que decían cuando Lord Kelvin. Y ¡ojo!, que el fallo de entonces de los físicos no era porque les faltaba una fuente de energía desconocida (la radioactividad), sino por la aplicación misma de la teoría. Copio de Wikipedia [–>]:
Existe la creencia, ampliamente extendida, de que el desacuerdo entre la cifra de Kelvin y la real (30 contra 4.600 millones de años) se debe a que en la época se desconocía la existencia de la radiactividad, descubierta por Henri Becquerel en 1896, y que proporciona una fuente de calor adicional. Esta creencia nació cuando Ernest Rutherford mencionó este hecho en 1904 en una conferencia en la que se encontraba Thomson. Sin embargo al introducir la radiactividad en el cálculo de la edad terrestre con el método de Thomson no se produce prácticamente ningún cambio. En realidad el cálculo de Thomson resultó erróneo debido a que consideró que el calor era transportado sólo por conducción cuando, en realidad, la principal contribución es por convección.Era un fallo de la teoría. Demasiado simple para reflejar la realidad. Pues eso es exactamente lo que tiene pinta de estar pasando ahora. Más otra curiosa semejanza; también entonces la religión aplaudía a los físicos que negaban la geología.
Por cierto, mirad otra vez el primer gráfico, y pensad si lo que os preocupa es el calentamiento, o el enfriamiento:
–Porque cuando no estamos en esos pequeños momentos de calentamiento, o sea, durante la mayor parte del tiempo, lo que pasa con Europa es esto:
[caption id=“attachment_4003” align=“aligncenter” width=“350” caption=“ultima glaciacion en europa”][/caption]