La lengua como cultura
El último divertimento del PP con la coña de las lenguas ha sido introducir el bable en el currículo escolar de Asturias. Y lo explican porque en la negociación del Estatuto asturiano, tanto populares como socialistas pactaron una defensa de la lengua autonómica como “hecho “cultural”. Y es lo del “hecho cultural”, “patrimonio cultural”, y toda esa vaina, lo que me suliveya.
¿Hecho cultural?
Bueno, sin duda. Cultural se puede llamar a la forma de cualquier actividad extendida en una colectividad humana. Las castañuelas son un hecho cultural, y a nadie se le ocurre defender ese hecho a base de poner a todo el mundo a tocar las castañuelas. Ni nos obligan a usar boinas ni barretinas, por muy “hechos culturales” que sean, Podría seguir con mil ejemplos, pero no merece la pena. Basta con ese ejemplo para ver que decir “hecho cultural” es no decir nada. Una cantinflada.
En todo caso, entre “hechos cuturales” podemos establecer niveles. No es lo mismo, ni tiene la misma utilidad, el juego de la petaca que la trigonometría esférica. Y la lengua es, literalemnte, el hecho cultural mínimo, ya que ahora no hacemos lascas de piedra como las de homo ergaster, que sería el único nivel inferior a la lengua como “hecho cultural”.
Así que propongo, para establecer cierta perspectiva de en qué nos gastamos los dineros y los esfuerzos, cuando “protegemos hechos culturales”, que transormemos la expresión “hecho cultural” en “hecho cultural mínimo”. Y así se notaría mejor la cosa si explicaran que han introducido tal lengua en el currículo escolar …
porque en la negociación del Estatuto, tanto populares como socialistas pactaron una defensa de la lengua autonómica como “hecho cultural mínimo”.