Freeman Dyson vuelve sobre el "cambio climático".
Ante una discusión muy técnica nada mejor que tener a mano a alguien plenamente capacitado para entender lo que los especialistas dicen, y hacen, y que sea de especial confianza por su reconocido prestigio, inteligencia, experiencia, conocimientos, sensatez, e incluso postura política. Y buscando una figura así es prácticamente imposibe encontrar algo mejor que Freeman Dyson. Muerto Feynman, es tal vez nuestra última conexión con aquellos colosos que produjeron la relatividad y la física cuántica. Coincidió con Albert Einstein en el Institute for Advanced Study, donde todavía sigue. Por cierto que su oficina está puerta con puerta con la de Edward Witten, sumo sacerdote de la teoría de cuerdas -que no entusiasma a Dyson. También trabajó sobre lo que estabn produciendo Feynman, Bohr, Fermi, Bethe, Teller, y Oppenheimer
Demostró a los 23 años la equivalencia de las formulaciones de la electrodinámica cuántica de Richard Feynman con las desarrolladas por Julian Schwinger y Sin-Itiro Tomonaga. Cuando estos tres últimos recibieron el Nobel por esas formulaciónes, a Dyson se le consideraba iguamente merecedor del premio, pero las normas dicen que no se puede conceder a más de tres por un solo descubrimiento. Pero el detalle es significativo. Muestra la inteligencia de darse cuenta antes que nadie del significado de lo que están formulando otros científicos, y su capacidad de reinterpretarlo todo bajo sus aspectos comunes.
Hasta el aspecto político de Dyson es especialmente oportuno en un asunto tan politizado como el del “cambio climático”. Freeman es capaz de simultanear un pacifismo sin fisuras, con el trabajo para laboratorios del ejército si es por causa de la ciencia. Eso sí, nada le impedirá salir del laboratorio para poder participar en cualquier manifestación anti guerra que ocurra en la vecindad. (Trabajaba en un proyecto secreto de la Fuerza Aérea USA para desarrollar naves espaciales movidas por energía nuclear, que se tuvo que cerrar por el tratato de no uso del espacio para pruebas nucleares.) Es de izquierdas, y probablemente materialista, pero desespera a la izquierda comme il faut con su condescendencia con la educación religiosa en las escuelas, bajo el pretexto de la importancia de la iglesia en nuestra cultura. Si hay alguien capaz de examinar un problema con inteligencia y perpsectiva, y sin dejarse llevar por prejuicios, ese es, y siempre ha sido, Freeman Dyson.
Hace unas semanas hubo un revuelo en el mundillo del movimiento calentólogo. En realidad un gran enfado porque la revista del New York Times salió con una historia en portada sobre Dyson, en la que éste se explayaba contra la idea del calentamiento global provocado por el CO2. ¡Gran pecado y herejía para la tropa de censores! ¿Como ha podido el New York Times permitirse algo así? La que montaron fue de órdago. Y hace unos días la revista Enivronment 360 ha querido ahondar en el asunto, y preguntar a Dyson por aquella entrevista y darle la oportunidad de explayarse. Y lo ha hecho: