El blog de Rosa Díez. Boadella.
La pequeña diosa parece tocada por la libertad de crítica de su blog, y usa en su defensa lo que puede, que no es gran cosa. El último intento, Boadella. Pero no un Boadella en su máxima cota.
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TESTIMONIO.
Albert Boadella me envió el lunes un mail en el que me daba su opionión sobre los acontecimientos. En la medida que en este blog hay personas que han preguntado por él yque han llegado a especular sobre su silencio, le pedí autorización para poderlo pegar en cabecera. Me contestó que ," lo puedes publicar perfectamente en tu blog si crees que puede serte útil. Para mí también lo será porque así dejaran de darme la lata. Yo no voy a esconderme en esta cuestión. Tienes mi total apoyo si te hace falta. Detesto a esta gente que con su actitud siembran dudas en tantos miles de personas que se han ilusionado con un nuevo proyecto al que se agarran como la última posibilidad de participación política en ese triste país.
Un beso
Albert
Así que aquí va el mail:
"Querida Rosa,
¿Que está ocurriendo? ¿Habrá gente pagada para desmontar partidos que no sean los establecidos? No soy paranoico pero esto ya huele a chamusquina. A ellos les encantaría que yo me sumara al saboteo porque buscan espacio en los medios.
Como puedes comprender, me alejo de esta clase de personal que intenta tratar de convencerme de la dictadura que estáis organizando. Los huelo a kilómetros, por ello, mi opinión es contundente, si no cortáis de raíz este humus creo sinceramente que os lo van a contaminar todo. Yo llevo casi toda mi vida trabajando en equipo, y aunque sea en la justa proporción, conozco en carne propia lo que son estas personalidades patológicas que erosionan para obtener una parcela de poder siempre en aras de la democracia interna. Si no les sale el asunto a su gusto se largan tratando de llevárselo todo por delante. Cuidado querida Rosa que estos tipos que dicen trabajar para mayor gloria del partido buscan finalmente sumarse al coro de los adversarios mediáticos y eso tiene consecuencias.
Mucho ojo.
Besos
Albert"
--A ver, la moviola:
En el partido de Rosa Díez ha estallado el guiriai de la crítica y la discusión generalizada. No ha sido por la dimisión de Buesa, pero esa dimisión ha subido mucho el tono del jaleo. Pero Boadella lo ve muy claro, que su olfato le guía entre la bruma:
La dirección de UPyD está recibiendo críticas de una gentuza paranóica movida por los más innobles motivos:
- cobran por desmontar partidos
- buscan salir en los medios
- quieren una parcela de poder (en el partido que quieren desmontar)
- si no consiguen la parcela, arramplan con todo (y por tanto consiguen cobrar el contrato por desmontar el partido)
- aunque parecen partidarios, lo que quieren es sumarse al coro mediático de adversarios.
Con ese planteamiento no me extraña que pienses que tu imaginario malvado debe tener una personalidad patológica. Por lo menos.
Imagina. Criticar una dictadura que dicen que se está montando. Y hablar de democracia interna en un partido -¡puaj!, como exige la ley que nadie cumple. Y mira:
Detesto a esta gente que con su actitud siembran dudas en tantos miles de personas que se han ilusionado con un nuevo proyecto al que se agarran como la última posibilidad de participación política en ese triste país.¿Y como es esa posibilidad de participación que van a perder, Albert? ¿Aplaudir a Rosa con mucho entusiasmo, haga lo que haga?
Fuera bromas. UPyD tiene un problema, y muy grave. Para poder alcanzar una masa mínima suficiente, y poder dar sus primeros pasos, pidió y buscó gente que se sumara al proyecto. Y se dirigió a la única gente que se podía sumar a eso. La gente preocupada, crítica, y con la generosidad de querer hacer algo por el bien común. En resumen, participantes natos, no aplaudidores natos. Pero esa gente, útil para el primer andar, no es la masa acrítica que conviene a la direción autócrata de un partido convencional. Así que necesitan inteligencia y mano izquierda para poder cambiar la primera hornada de gente por tropa más conveniente, pero sin grandes sobresaltos. Lo malo es que no parecen ser capaces. Y no va a ser insultándoles como consigan que los tontos del principio se retiren discretamente.