Cambio climático: ¡es la mar, idiotas!
Lo lleva diciendo Pielke (padre) un montón de tiempo. La meteorología es la atmósfera, pero el clima es la mar. No se pueden medir los cambios de calor en el sistema climático sin medir los cambios de calor en los océanos, porque son los océanos los que guardan el 90% del calor del sistema. Y ahora un equipo de la Universidad de Rochester ha hecho el estudio más exhaustivo de los cambios de calor en el mar global. ¿La conclusión? Que los océanos ganan y pierden calor, como por fases, en cambios repentinos e impredecibles, y que eso no tiene correlación con la concentración de CO2, pero sí la tiene con lo que luego pasa en la temperatura global, y otros fenómenos climáticos.
Antes de leerlo tened en cuenta que los alarmistas alegan que el no calentamiento de la atmósfera desde 2001 - 2002 no tiene importancia para su tesis CO2, porque eso solo quiere decir que el calor que falta (el que no está en el aire) está “esperando en la manguera” (la frase es de ellos, yo no tengo la culpa), y que surgirá más tarde. Pero el único sitio del sistema climático donde ese calor se podría esconder es en el mar.
Noticia encontrada vía WattsUpWithThat.com –>
Nota de prensa de la Universidad de Rochester:
Changes in Net Flow of Ocean Heat Correlate with Past Climate Anomalies
Físicos de la Universidad de Rochester Physicists han investigado a través de datos de satélites y boyas oceánicas y han encontrado pruebas de que en los últimos 50 años el flujo neto de calor hacia y desde los océanos ha cambiado tres veces de dirección.Estos cambios en el balance del calor absorvido del sol y radiado desde los océanos se correaciona bien con las anomalías pasadas que se han asociado con cambios abruptos en el clima, según los investigadores.Estas anomalías incluyen cambios en la intensidad normal de las tormentas, temperaturas sobre tierra inusuales, y grandes descensos en las poblaciones de salmón en la costa oeste USA.
los físicos también dicen que estos cambios en la dirección del flujo de calor se deberían tener en cuenta al predecir el clima, porque los océanos guardan el 90% del calor del sistema climático de la tierra.
El estudio, que va a publicarse en una próxima edición de Physics Letters A, difiere de la mayor parte de los estudios previos de dos maneras. Primero, los físicos han mirado al contenido total de calor del sistema climático, midiendo el balance neto de radiación de ambos, el sol y la tierra. Y segundo, analiza más completamente los datos que los investigadores consideran de mayor calidad, y no aquellos que son menos robustos.
“Estos cambios ocurren de manera relativamente abrupta”, dice David Douglass, profesor de física en la Universidad, y coaautor del trabajo. “Uno, por ejemplo, ocurrió entre 1976 y 1977, justo cuando estaba ocurriendo un número de otros fenómenos climáticos tan significativos como los cambios en la precipitación en los USA”.
Douglass dice que el último cambio oceánico ocurrió hace unos diez años, y que los océanos están emitiendo más calor del que absorven en este momento. [Que se están enfriando, vamos. -nota del t.]
los miembros del equipo, que incluye a Robert Knox, profesor emérito de física en la universidad, creen que estos cambios en la dirección del flujo de calor han pasado inadvertidos hasta ahora porque nadie ha analizado los datos tan completamente como lo ha hecho el equipo de Rochester.
El equipo cree que los océanos pueden cambiar cuanto emiten y absorven radiación dependiendo de factores tales como cambios en las corrientes marinas que pueden variar como las aguas profundas intercambian el calor con las superficiales. Además de la correlación con efectos globales extraños, el equipo dice que sus datos demuestran que el mar no se está calentando contínuamente -una conclusión no consistente con la idea de que el los océanos estén guardando “calor en la manguera”. Douglass añade que el equipo no ha encontrado correlación entre los cambios y la concentración atmosférica de carbono.
“Un aspecto interesante de esta investigación es que no hace falta una referencia a la temperatura del aire misma” dice Knox. “los datos del contenido de calor que hemos usado los han sacado los oceanógrafos de mediciones de temperatura a varias profundidades, hasta 750 metros”. El equipo también ha hallado que el desequilibrio radiativo era tan pequeño que era necesario considerar el efecto del calentamiento geotérmico.Knox cree que es la primera vez que esta fuente de calor adicional se ha tenido en cuenta en un modelo así.
El equipo anota que es imposible predecir cuando ocurrirá otro cambio, pero sospechan que los cambios futuros pueden ser similares a los tres observados. Ambos, Douglass y Knox continúan analizando varios datos relacionados con el clima para hallar nueva información y correlaciones que no se hayan notado hasta ahora.
–
Documento original en inglés: http://www.rochester.edu/news/show.php?id=3420
–
Nota: Del trabajo mismo (no la nota de prensa):
“El desequilibrio radiatovo de la tierra se determina de los datos de contenido de calor del océano y comparado con los resultados de mediciones directas. Se encuentran intervalos de tiempo distintos, alternando valores positivos y negativos: 1960 a 1970s medios (-0,15), 1970 medios a 2000 (+0,15), 2001 hasta el presente (-0,2 W/m2), y son consistente con reportes previos. Estos cambios limitan la predecibilidad del clima.
El trabajo propiamente dicho (pasando por caja) está aquí –>.
–
Y pillo de Pielke (fuera gorros) estos otros estudios relacionados:
Ellis et al. 1978: The annual variation in the global heat balance of the Earth. J. Climate. 83, 1958-1962
Pielke Sr., R.A., 2003: Heat storage within the Earth system. Bull. Amer. Meteor. Soc., 84, 331-335
Pielke Sr., R.A., 2008: A broader view of the role of humans in the climate system. Physics Today, 61, Vol. 11, 54-55