UPyD: En respuesta a los zagueros, de Pato Carlo
Post invitado de Pato Carlo.
--EN RESPUESTA A LOS ZAGUEROS
Según la sexta acepción del diccionario de la RAE, un zaguero es el “último cuerpo de tropa en marcha”. La zaga es la defensa, la parte retrasada, donde se sitúan los que esperan el ataque. La política sigue una lógica diferente a la del fútbol: en el deporte rey el zaguero se encarga de repartir leña pero nunca espera la recompensa pública puesto que su trabajo no consiste en hacer filigranas, estupendos regates o ruletas marsellesas. No: ellos cortan la jugada del adversario, con patadas o sin ellas, con codazos o limpiamente. Pero como sea, eso sí: como sea. En el mundillo político las cosas cambian y en la zaga esperan los que, como diría su señoría Maneiro, esperan “hacer carrera” y para lograrlo dan las patadas que sólo un jugador “listillo” podría dar, es decir, esas que pasan desapercibidas para el árbitro pero que hacen que el personal se cabree sobremanera precisamente porque quedan sin sanción. Los zagueros en política son los que se llevan al final el gato al agua, la recompensa, el aplauso. Porque saben aguantar, amagar con la cintura, esperar la mejor ocasión. Aparentemente el último cuerpo de tropa, en realidad los que sostienen la bandera y tocan la corneta.
Cuando la vanguardia arde, el zaguero ocupa su puesto en primera fila. Para entonces, el frente habrá avanzado, la victoria estará más cercana gracias a los inmolados vanguardistas de ayer. Los que lograron hacer carrera necesitan habitualmente de un buen escuadrón de zagueros, de un cuerpo de marines dispuesto a bregar en las peores batallas para que mañana les toque a ellos algún escaño en cualquier tómbola. Por eso me ha llamado la atención este expresivo “diálogo” entre alguien que se presta a hacer leña del árbol caído, registrando bien su nombre y apellidos para que Procusto lo anote de cara al futuro, y uno de los que ya hizo carrera y ahora aspira a completar un master de censura, caza y captura del disidente (http://elblogdegorka.blogspot.com/2009/09/verdades-y-mentirijillas.html).
El primero elabora un “sesudo” decálogo a modo de guía para los críticos, palabra que entrecomilla cual negación de crisis económica por parte de Zapatero (si es que la cabra que tira al monte…). A falta de inspiración, achaca a los críticos la consideración que éstos harían de UPyD como un partido nacionalista español y ultracentralista (sic) para luego decir que sin embargo critican a Rosa Díez por ser blanda con los nacionalistas. ¡Diantres, esto no lo entiende ni Procusto! Desde que llegó a UPyD la buena nueva del federalismo cooperativista de intensidad moderada con recomendación médica de reposo absoluto en cama durante tres días y Diazepan, o al menos algo parecido dice la imponente ponencia-catecismo, la gente está como cuando llega la primavera o cuando los Pajín Iraola advierten negocio inmobiliario en la Costa del Sol. No sé, están como un muchachillo enamorado; exaltados y a la vez faltos de ciertos reflejos.
Soltada la meritoria perorata, su señoría contesta: “Señor Don Isidoro: creo sinceramente que eres un crack (sic). Un placer. Un abrazo. Gorka”. Abrazos, besos, carantoñas, lo que haga falta para quien antes había arremetido desde la ignorancia más absoluta mezclada con fuertes dosis de mala fe contra quienes opinan diferente, para quienes ven el ¿proyecto? azul oscuro casi negro tras sucumbir frente el PARTIDO, con mayúsculas que nos recuerden bien los viejos tiempos, los antiguos camaradas, los teléfonos rojos, las hoces y los martillos, el frío siberiano.
Lo han conseguido, señores zagueros: pueden ocupar el ancho dejado por los antiguos atacantes, por quienes dimos la cara cuando otros se ocultaban tras sus hieráticos rostros o sus máscaras de cartón-piedra. Es la hora de los cobardes. Que les vaya bonito.
Pato Carlo.