Listas y listos.
Que a la peña le ha dado por discutir de listas, vaya. Pero hay listas, y listas. Hay unas (2) que no se sabe de donde vienen, y no se sabe como están los que están; aunque se sabe que algunos están en ellas sin querer. Y hay otra [–>] que sí se sabe de donde viene, porque viene de los que están, y son todos los que están. Aunque no están todos los que son. ¿Se entiende?
¿No? Pues lo explico. Ponte en el body de quien tiene la sartén por el mango. Quieres hacerte un chiringo. O mejor dicho, quieres dar legitimidad al chiringo que ya te has hecho. Para eso necesitas una ley que lo sancione. La Ley, en realidad. La ley de Organización y Estatutos. Empiezas con una ponencia que presentas a votación a un Consejo Político que no ha tenido ni remotamente tiempo de estudiarla. Colará, es inevitable. ¿Como puedes popnerte a estudiar y pensar algo que no hay tiempo de estudiar ni de pensar? ¿O, vas a votar en contra, provocando el enfado de los dioses, alegando solo que no has tenido tiempo? ¿Acaso quieres que los dioses te llamen boicoteador? Francamente no. Y además, esa ponencia que no conoces seguramente estará bien, que aquí vamos de confianza, y para eso los dioses son dioses.
La ponencia es ya oficial. Ahora solo tiene que superar un congreso. Y el truco es el mismo. Que cuele, sobre la base de la confianza en los dioses, y sobre la base de que no se discuta ni piende en ella, por imposibilidad material. Solo que en esta caso la trampa no puede ser presentarla un par de días antes de la votación, que cantaría demasiado. Y ya surgieron algunos abucheos con la jugada anterior. Esta vez el arte es otro: ¿Cuantos se van a leer y entender el intríngulis de un tocho así –>? Casi nadie. De psicología de primero de los forestales Juveniles. Solo hay un pequeño peligro, y se trata de evitarlo:que unos pocos lo lean y lo entiendan, y transmitan la noticia a los demás. ¿La solución? Cortar esa posibilidad de comunicación. Más un poco de riada de paja.
¿Lo ves, pipiolo? ¿Con cuantos has podido hablar sobre como se plantea el partido, y sobre qué sería lo mejor? ¿Que no has hablado de eso? ¿Antes de un congreso que lo que va a hacer es precisamente darle forma a eso? Claro, claro. Y además un mareo, ¿no? Con todos esos cientos de enmiendas que hay, después de que las alturas convencieran a la plebe de que el rollo era que cada uno -o poco menos- presentara ideas con los detalles de interés que hubiera podido ver. Pero solo con los detalles, ¿eh?, no te vayas a meter en profundidades, que eso supone enmiendas a la totalidad, y eso es para mayores.
Total, suprimido el Consejo Político -por falta de tiempo y ambiente (si sale eso, me voy), y suprimidas las enmiendas -por desbordamiento y falta de información horizontal colectiva, ya solo queda el pequeño trámite de la votación de delegados. Una pijada. Basta con igualar a todos por abajo. Ninguna oportunidad de que se publiciten las ideas y se discutan -salvo un paripé sin peligro. Y explicar bien claro por los altavoces que quien discuta a la dirección es boicoteador, y golem, y yo qué sé. Y ponerte en la tesitura de que -ante el éxito de la estrategia, tienes que elegir entre una serie de candidatos a delegado de los que no sabes nada.
¿Nada? Bueno; al menos algunos te “suenan”. Los miembros de tu sanedrin local, y tal vez los del sanedrin regional. Y los que ves mencionar con frecuencia en la web del partido. Por ahí.
Y los pipiolos hacen una lista, para tratar se superar el bloqueo de los listos. Claro que solo la pueden colgar y explicar donde les dejan. En los blogs convenientemente tiladados y conocidos por “tóxicos”.
¿Ahora lo entiendes?
- ¿Y las otras dos?
Ah, las otras dos ...