La democracia Gorriarán
–
En realidad es un fenómeno muy extendido, pero como tal vez nunca haya sido expuesto con tanta crudeza, creo que merece el nombre de “Democracia Gorriarán”. Consiste en que uno ve uno ve las cosas con total claridad … y según la conveniencia.Cuando uno quiere formar un partido y convencer a la gente para que se apunte, se convierte en el más brillante vocero de las excelencias del sitema democrático aplicado internamente en los partidos políticos. Al punto de considerarlo “un problema que afecta e interesa al conjunto de la sociedad”. Pero cuando está en el poder (dentro de un partido), y toca aplicarlo, sigue viendo las cosas con la misma claridad … solo que exactamente en sentido contrario.
Carlos demócrata:
... El sistema democrático funciona mejor o peor gracias al sistema constitucional de equilibrio de poderes y contrapoderes, y sobre todo por la concurrencia de partidos rivales que compiten entre sí, obligando al otro a moderarse y a tratar de sintonizar con la ciudadanía que le vota...
Por eso la disparidad pública (dentro de los partidos) se entiende como una muestra dramática de división, nunca de un pluralismo no deseado, y por lo mismo se procura evitar que en los congresos del partido se presenten dos o más candidaturas a los órganos de gobierno.
La gran paradoja es que el sistema constitucional que los partidos están llamados a legislar y gobernar tiene exigencias democráticas que aquéllos no admiten en su seno.
¿Dónde está pues la solución? Quizás en que los partidos estén obligados a imitar el funcionamiento de la democracia, y no al contrario. (Artículo en ABC [-->])
Carlos Gorriarán:69. - Siendo indudable que el partido debe hacer suyos algunos de los procedimientos que recomienda para la regeneración del sistema, también es cierto que la diferencia abismal que media entre un sistema constitucional completo, que estructura políticamente una sociedad compleja, y un partido que forma parte del sistema, obliga a renunciar a reproducir el sistema a una escala distinta. Por ejemplo, es absolutamente necesario que el sistema constitucional incorpore el principio de separación de poderes y de contrapesos institucionales, pero en cambio es absurdo que un partido se dote de poderes separados o incorpore en su seno un modelo de funcionamiento que partiera de la existencia de proyectos políticos enfrentados, al viejo y cainita modo de los “partidos dentro del partido”. (Ponencia política de la dirección de UPyD)
Carlos demócrata:... la minoría derrotada (en un partido) sabe que tiene los días contados. Y es ese leviatán demoledor, irrespetuoso con las minorías, cerrado a la sociedad e impermeable a la argumentación de ideas, quien está llamado a gobernar una sociedad que pretendemos abierta, pluralista y basada en la rivalidad permanente entre ideas, grupos e intereses muy diversos, legítimos o no. (Artículo en ABC [-->])
Carlos Gorriarán:(Los que hablan de democracia interna son) ... ¡Golems!, boicoteadores, resentidos y mentirosos, cuatro gatos lunáticos que dan la tabarra con sus paranoias democráticas. (Blog CMG)
Parece un tanto contradictorio, Carlos demócrata con Carlos Gorriarán. Salvo que pensemos que esa brillante cabeza no puede caer en tan burda y palmaria contradicción. Y que todo el problema consiste en que no estamos sabiendo ver esa idea tan conveniente de la relatividad democrática, según desde donde se mire. O la Democracia Gorriarán.A todas estas Pilar Eresta me contaba el otro día una anécdota de lo mas instructiva. Corroborada por testigos. Era en la asambleo de UPyD-PV celebrada recientemente en San Sebastián. Pidió la palabra y explicó que ella era no era más que una afiliada de base, sin pretensión ni capacidad para dirigir nada en el partido, pero que aun así creía que tenía derecho a enterarse de las cosas por caminos mejores que la prensa. Que sabía que Mikel Buesa había dejado el partido haciendo unas acusaciones de autoritarismo que merecían una explicación por parte del partido. Y que también tenía noticia de denuncias contra cargos del partido, con su sello de entrada estampado, que después desaparecían o no desaparecían, pero en ningún caso se volvía a saber de ellas. Y que se había tomado la molestia de preguntar por esas denuncias en el blog de Gorriarán mismo, allí presente, sin obtener respuesta.
Y Democracia Gorriarán bajó del cielo y le contestó. Que estaba estableciendo unas conclusiones sobre un caso que no se había juzgado, y que por lo tanto era una inquisidora, y no tenía ni puta idea de democracia. Y que lo mejor era que pensara en abandonar el partido.
Sobra decir que Pilar nunca volvío recibir el uso de la palabra para responder que por qué cojones no era Carlos el empezaba a pensar en abandonar el partido.
Tal cual.
–