Sí, SGAE, precisamente se trata de bloquear el avance de los derechos de autor en internet.
Habéis acertado plenamente en el comunicado [–>] con el que contestáis a la aparente marcha atrás del gobierno en su atropello internáutico. Efectivamente, se trata de bloquear ese avance de los derechos de autor en internet. Y si además de bloquear el avance, se consigue iniciar un retroceso, mejor que mejor. Porque tenemos una pequeña discrepancia de conceptos, querida* SGAE. Los derechos de autor no son unos derechos divinos, ni siquiera son derechos naturales. Es un sistema propio de una época, porque en su momento se decidió que con ese sistema nos iría mejor a todos. En realidad consiste en la concesión de un monopolio, y como todos los monopolios debe justificarse en su función social.
Pero las cosas han cambiado, y no tiene ninguna pinta de que ahora se pueda sostener esa función social de los derechos de autor. Y mucho menos se puede defender que las contrapartidas sean despreciables, y que merece la pena olvidarlas en aras del gustito que os da el monopolio. Porque son excesivas. Joder el espíritu libre de internet, nada menos. Y conseguir meter en ella las sucias manos del gobierno, y de paso las vuestras.
Ocurre que mucha gente puede hacer música o escribir por placer, y lo hacen. Y ocurre que los músicos pueden vivir de los conciertos, y los escritores pueden editar, distribuir y vender sus libros directamente a través de internet, regalando la versión digital que casi nadie puede usar durante demasiadas páginas. Tampoco es una locura pensar que lo que produzca alguien porque le sale de dentro, porque le apetece hacerlo, vaya a ser de inferior calidad que lo producido por alguien que piensa en el mercado y en las pelas que puede ganar. La apuesta razonable es la contraria
Y así, en efecto, es muy buena idea bloquear de momento el avance de los derechos de autor en internet, y pararse a pensar qué es lo que conviene. A la sociedad en egeneral, y no o cuatro jetas que abusan de su popularidad para llegar a un intercambio do ut es con el gobierno. Tú me aseguras la práctica del monopolio, yo te traigo votos. No, es muy buen momento para pensar en qué tipo de sociedad y de libertades queremos, y qué monopolios consentimos a cambio de qué ventajas para todos. Para todos, ¿entiedes SGAE? No se trata de los derechos divinos que sueñas pero no tienes. Se trata de esa ecuación de la que nunca queréis hablar: ¿Monopolio, para qué exactamente?
Por cierto, y hablando de todo. Todavía funciona el maldito canon por el que tengo que pagaros por mis herramientas de trabajo a cambio de no sé que coña, pero que sí se que no uso. Y cobrar por lo que no das, a mi me suena a timo. Como poco.
*: Si en vez de “querida SGAE” digo lo que pienso de verdad, me demandáis. Y con muy buenos abogados -pagados con el dinero que me cobráis por lo que no uso, en lo que podría entenderse como un tocomocho, por mucho que sea legal.