Carta de un afiliado a Rosa Díez
Remitida (perdón por el retraso -un despiste).
CARTA ABIERTA A ROSA DIEZ SOBRE LA VISIÓN DE UN MILITANTE DE UPyD EN EL DESARROLLO DE SU I CONGRESO POLÍTICO
Sra. Rosa Diez:
Antes de pasar a otras reflexiones e interrogantes, deseo iniciar esta carta expresando mi más sincero reconocimiento y felicitación a la excelente y altruista labor ejercida por los militantes colaboradores para conseguir un óptimo desarrollo del I Congreso de UPyD. Manifestando asimismo, sin ningún tipo de reservas, mi felicitación por la magnífica puesta en escena tanto en la apertura como en la clausura del mismo.
A partir de aquí, un punto y aparte. Lo que sigue es harina de otro costal, como se dice en el lenguaje popular. Aunque, por no estar, tampoco estoy ya seguro de casi nada: ni de qué granos salió tal harina, ni, muchísimo menos, hacia qué terreno resbaladizo se columpia ese costal -entiéndase cómputo de la urna congresual- atiborrado de confusas contradicciones. Puesto que, eso sí, he quedado bastante confuso y desconcertado tras lo visto y vivido a lo largo de las jornadas pre y congresuales, propiamente dichas.
Me dirijo a usted como militante de UPyD y participante en este I Congreso, para hacerle llegar -desde el máximo respeto- algunas apreciaciones de índole estrictamente personal pero que, a través de las experiencias vividas durante el desarrollo del mismo, me han inducido a reflexionar -cosa no habitual entre los denominados “palmeros”, cuya existencia se da en el seno de cualquier partido político- sobre hechos que ponen en cuarentena ciertas cuestiones: qué es, o cuál es, el verdadero UPyD.
Lo primero que lleva a una persona, a cualquier persona, a implicarse en un proyecto -en este caso en un proyecto político- es la ilusión. La idea ilusionante por un proyecto renovador; la ilusión por una forma diferente de hacer las cosas, y de hacerlas bien -ciertamente en UPyD algunas de ellas se han hecho muy bien-; la ilusión de pensar, de creer, de estar convencido de que no todos somos iguales; en mi caso, la necesidad de ilusionarme en que no todos los políticos son iguales. Pero es realmente triste ver que lo que te lleva a implicarte en ese proyecto -la ilusión, como anteriormente he mencionado-, de pronto se desvanece. Es, sin duda alguna, una de las cosas más deprimentes que pueden ocurrirle a una persona, sobre todo al constatar que es bastante cierta la tan famosa frase de “todos los políticos son iguales”, quizás no en las formas, pero sí en el fondo.
Durante el Congreso he tenido, en algunos momentos, la sensación de que usted había olvidado el porqué surge UPyD, el porqué muchos ciudadanos de cualquier parte de este país -llamado para mí y con orgullo España, y en particular aquellos que viven y sufren las histerias de los nacionalismos fundamentalistas-, necesitábamos un partido para la autentica regeneración política, y que este caso, era, o podía a ser, UPyD.
La foto que me he traído a mi lugar de residencia, con absoluta seguridad que no es la foto que usted y “los palmeros” del partido se han llevado al suyo. Hay quienes tienen la capacidad de sonreír pero no de llorar, o de aplaudir pero no de reflexionar. Pero, bueno, seguramente esto es innato al ser humano. Es triste ver cómo la democracia y la libertad a la que tanto énfasis usted le ha puesto, no es más que el rodeo que va dando la cadena para tenernos atenazados. En el fondo, como en todos los partidos políticos.
Ha hablado usted, por activa y por pasiva, de la democracia en general y de la interna en particular, pero siento en el fondo de mí alma, que la foto que me he traído a mi casa no es ésa. A continuación le enumeraré de forma somera, porque creo que a buen entendedor con pocas palabras bastan, algunos de los aspectos que usted, o sus “acólitos”, consideran democracia, pero evidentemente yo NO.
1- ¿Considera casual que la mayoría de las enmiendas en las distintas comisiones cayeran por ausencia de sus presentadores, cuando algunas de ellas habían sido presentadas incluso por 8 o 9 personas como en la Comisión de Política General, y que ni uno solo de ellos había sido adscrito a dicha Comisión?, parece evidente que esto no sucedió por mera casualidad.
2- ¿Considera normal el porcentaje de enmiendas que llegaron a su votación en Plenario, la dificultad de la mesa para explicarlas, y la consiguiente dificultad a la hora que votarlas al no saber lo que realmente se estaba votando?
3- ¿Considera objetivamente que el Sr. Valia Merino tubo las mismas posibilidades u oportunidades -en todos los sentidos- de presentar y defender su proyecto alternativo de igual forma que el de su candidatura?.
4- ¿Considera democrático y decente otorgar a su oponente Sr. Valia Merino un tiempo de 7 minutos para presentar y defender su proyecto alternativo?.
5- ¿Considera democrático que se vilipendiara al grupo que pedía el voto para el Sr. Valia Merino, cuando su grupo o parte de sus “acólitos”, con su conocimiento o no, habían elaborado y distribuido una lista de afiliados para el Consejo Político con tres apartados distribuidos en:
- Fieles
- Fieles con reservas
- A no votar
11- ¿Cómo se hace una apuesta por la cohesión europea en toda su amplitud, y hacerlo estando en contra del libre mercado a pesar de los aspectos negativos que esto pueda conllevar?, a esto, se le llama incoherencia.
12- Recordarle que, usted que dice defender la división de poderes por su gran necesidad en un sistema democrático, ha sabido aglutinar por acciones propias o ajenas todos los órganos del Partido, convirtiendo este, en un modelo presidencialista y monolítico.
13- Con respecto al tema mas polémico del Congreso “EL FEDERALISMO”, sería un placer saber de quien es la mente tan preclara para dicha apuesta, porque me gustaría saber como se resuelve -en particular en Cataluña, Galicia y el País Vasco- el siguiente polinomio conceptual:
UPyD, partido nacional, constitucionalista, no nacionalista, que promulga la igualdad de todos los españoles en todos los aspectos, y FEDERALISTA.
¿En que apartado de nuestra Constitución se recoge el federalismo que a partir de ahora UPyD dice apoyar y defender?.
Los militantes de las comunidades enumeradas anteriormente, y en un futuro próximo, ¿Cómo venderán el sistema federalista a sus afiliados, simpatizantes y posibles votantes, cuando los que nos hemos incorporado a UPyD lo hemos hecho, o en el futuro lo harían otros precisamente por todo lo contrario?. Tenga usted la certeza que no voy a avalar ni defender un sistema que, aunque denominado de otro modo, es primo hermano del sistema nacionalista, y del que UPyD dice que es una lacra para este país. Por ello, espero, confío y deseo que, en un futuro próximo, algún miembro o miembra del Consejo de Dirección, sea capaz de defender en estos territorios en particular, y en el resto en general, el proyecto federalista, yo por supuesto, NO.
Después de lo expresado, siento la incerteza de que esta carta sea interpretada en su justa medida, en la medida que realmente he pretendido. Pero que sepa que la he escrito desde el corazón y no desde el rencor, aunque también desde la desilusión más frustrante. La parte positiva de todo lo vivido y expresado, me ha servido para darme cuenta con suficiente antelación que, el UPyD post-Congreso, no es el UPyD al que un día me afilié con mi mayor ilusión, son a fecha de hoy, dos partidos diferentes, siendo este último el que me llena de dudas, y me induce a pensar si es realmente mi partido, el partido que un día me ilusionó.
He de reconocer su enorme capacidad para emitir un mensaje, real o ficticio, de decir aquello que quienes le rodean desean oír, y arrancando por ello el aplauso fácil. Situación que no se da en los que escuchan, sintetizan y analizan; sino en los que sólo oyen y aplauden.
Deseo sinceramente, a pesar de todo, los mejores augurios para el futuro de UPyD. Eso sí, desde una posición de auténtica democracia externa e interna, y eliminando cualquier tipo de subterfugio que pueda servir para engañar o confundir a los ciudadanos en general, y a los militantes en particular, algo que cada día les recriminamos al resto de partidos políticos.
No tengo duda alguna en que este Congreso no ha sido el Congreso de los militantes de UPyD, sino el Congreso de una persona ciertamente endiosada llamada Rosa Diez.
Desde el desengaño, pero con todos mis respetos hacia su persona, reciba un cordial saludo.
P/D: Disculpe, y entienda, que no me identifique como autor de esta carta, pero no quiero ser carne de cañón de una ejecutiva que, a pesar de su legalidad, para mí no tiene la legitimidad moral suficiente, en base al porcentaje de votos consolidados del 30% del electorado, o en el entorno del 18% de la afiliación, teniendo en cuenta la gran cantidad de afiliados que no han sido electores, por una u otra razón.
¿Considera en todo caso, que la lista oficialista al Consejo Político, se confeccionó bajo criterios de más o menos representatividad, en base a la afiliación de cada Comunidad, según se indica con datos aproximados, y aportados en la tabla siguiente?, de no haber sido así, ¿Dónde estaba la objetividad de la misma?
¡Yo me reservaría los cohetes para mejor ocasión!.
Dejo para otro momento, escribir sobre los curriculums personales y políticos de algunos miembros del Consejo de Dirección, por ser este un capitulo aparte.