El juicio a Egunkaria
Testimonio recogido por RB
--Escribo estas líneas mientras que por las calles de Bilbao se manifiestan miles de personas en apoyo a los acusados en el caso Egunkaria.
Una vez que los nervios han vuelto a su sitio y casi me he puesto al día en “horas de sueño”, me siento delante del ordenador para poder ordenar de alguna manera el cúmulo de impresiones, sensaciones e ideas que desde el martes me rondan por la cabeza.
Muchos de vosotros, después de leer estas líneas, entenderéis el motivo de mi “desaparición” estas últimas semanas (no me he ido de voluntaria con la Cruz Roja a ninguna misión internacional ni nada por el estilo) o el de mi “difícil” carácter (por llamarlo de alguna manera) de estos días, aprovecho para pediros perdón.
El martes dio comienzo en la Audiencia Nacional lo que los medios de comunicación han bautizado como el “caso Egunkaria”. Para quien no lo sepa, Egunkaria fue un periódico que se editaba íntegramente en euskera (fue el primero) y que fue clausurado el 20 de Febrero de 2003 por orden del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, al considerar que “ETA intervino en la creación, designación de directivos y dinamización del diario”.
A lo largo de la investigación, existen evidencias más que suficientes para poder afirmar:
En primer lugar, que el proyecto Egunkaria formaba parte de la estrategia “mediático-cultural” de la organización terrorista ETA (como recoge el auto de procesamiento “El objetivo del diario era facilitar el amparo y difusión, “con apoyo del idioma euskera o vasco como cobertura cultural para ello”, del ideario terrorista “y de los valores e intereses defendidos por dicha organización terrorista” ).
Y en segundo lugar como Egunkaria, formaba parte de un entramado de empresas y asociaciones de las que se servía ETA para financiarse; pasando de ser, en los comienzos del proyecto, receptora de fondos de la organización terrorista a fuente de financiación de ETA gracias, entre otras cosas, a las subvenciones que recibía.
Pues bien, esto que a algunas personas nos parece motivo más que suficiente para que los responsables de dicho proyecto se sienten en el banquillo y sean juzgados por su relación con ETA, no está teniendo el apoyo que debería.
El martes mi compañera y yo nos dirigíamos a la Audiencia Nacional, nerviosas pero con muchas ganas de ver los frutos de un trabajo de años. Hay que decir que si hemos llegado hasta aquí, hasta la celebración del juicio, ha sido porque la Asociación Dignidad y Justicia (para la que tengo el enorme honor de trabajar) ha mantenido su acusación, puesto que la Fiscalía en pleno proceso de negociación con los terroristas, decidió contradiciéndose a sí misma y a las tesis que venía manteniendo desde el 2003, retirar la acusación. Íbamos nerviosas pero con la firmeza que nos da el saber que lo que hacemos lo hacemos por defender unos ideales muy claros y que lo que hacemos lo hacemos para acabar de una vez por todas con ETA y todo su entramado del terror, haciendo justicia no sólo a las miles de víctimas que han sufrido en su propia piel los efectos de estos cincuenta años de terrorismo sino a la sociedad española en su conjunto. Íbamos nerviosas pero con la “tranquilidad” que te da el saber que cuentas con el apoyo de “tu gente” que en este caso fueron amigos, familiares y los representantes de todos los colectivos de víctimas del terrorismo de España, que nos acompañaban ese día en la sala del juicio.
Llegamos a la sede de la Audiencia Nacional en la calle Génova, y lo primero con lo que nos encontramos fue con una concentración en apoyo a los cinco acusados, encabezada por una gran pancarta portada por los acusados y por los diputados del PNV y ERC, Erkoreka y Tardá (estaba prevista la presencia de Arzallus también) y representantes de EA y Aralar. Una vez dentro de la Audiencia y mientras que arreglábamos los previos al juicio (coger la toga, identificarte ante la Secretaria Judicial y montar el “chiringuito”,papeles, carpetas, ordenador, etc…) empezaron a colocarse en el estrado enfrentado al nuestro toda la “troupe” de abogados defensores, no sólo los batasunos habituales, sino que en este caso vinieron acompañados y apoyados por un grupo variopinto de abogados (tanto del País Vasco como de Madrid). Quince abogados frente a tres (el abogado de la Asociación de Víctimas, mi compañera y yo).
Una vez constituido el tribunal y “presentadas” las partes actuantes en el procedimiento, se procede a proclamar la “audiencia pública” permitiendo el acceso a un grupo numerosísimo de medios de comunicación así como del público (afortunadamente en este caso conseguimos que la cosa estuviera igualada y casi tuvimos el mismo número de personas apoyándonos a nosotros que los que iban a apoyar a los acusados).
Una vez que la primera toma de contacto ha pasado (tuvimos sesión completa el martes de 10:00 a 14:30 y de 16:30 a 20:45 h, y sesión de mañana el miércoles) y que como decía al principio los nervios están controlados y el contador de déficit de sueño casi puesto a cero, la valoración que puedo hacer de cómo están transcurriendo los acontecimientos no es muy buena.
En primer lugar, por el respaldo mediático que están teniendo los acusados; no sólo por parte de los medios nacionalistas sino por parte de todos los medios. Desde el martes no ha habido día en el que en algún medio de comunicación, ya sea regional o nacional, no se hayan recogido declaraciones o entrevistas a alguno de los acusados. Ignorando por completo a las acusaciones. Y lo que es más grave sirviendo de altavoz a las tesis de los acusados (que si estamos ante la represión de la cultura vasca, que se trata de una persecución al euskera, etc…) y obviando totalmente los más que fundados motivos que nos llevan a sostener nuestras acusaciones.
De la falta de respaldo institucional, no voy a hablar. Cada uno sabrá el papel que quiere jugar en esto, y estoy convencida de que el tiempo pondrá a cada uno en su sitio. No creo que debamos entrar en el juego que han hecho los nacionalistas, presionando al tribunal con su presencia en el juicio, pero si que es llamativo la falta de interés que las instituciones tanto nacionales como vascas han mostrado en este tema.
Y aquí estamos, con un sentimiento de rabia e impotencia absolutos, porque vemos que aunque nosotras haremos todo lo que está en nuestra mano para demostrar el papel que jugó ETA en el proyecto Egunkaria (y os puedo asegurar que lo vamos a conseguir), vemos que la “partida” está perdida y lo que es mas duro, vemos que a nadie le importa.
Carmen Ladrón de Guevara.
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Documentación:
Mikel Buesa reproduce el mismo artículo, pero con un ilustrativo añadido de pasajes de su libro Las finanzas de ETA, aún no publicado, dedicados al caso. [ver –>]