Por qué los liberales no desarrollan matonismo? A Blanco Valdés.
Extraña pregunta, ¿no? Pues no tanto. Viene a cuenta de la agresión con bombas a Roberto Blanco. De preguntarse por qué las agresiones en España, hoy, siempre vienen del mismo lado del “cordón sanitario” y del mismo lado de la guerra de lenguas. Y de saltar, a partir de ahí, a un punto que alcance mayor perspectiva.
Y ves que tras un crimen político siempre hay una gran causa. Una nación, un dios, la sociedad, la justicia, un pueblo, el galego , el vascuence , o la p*** madre de todos ellos. La violencia política se ampara tras la ideología mediante un mecanismo muy sencillo. La causa que promueve esa ideología es tan elevada, que a su lado los individuos concretos son irrelevantes y prescindibles. Siempre se podrá eliminar a unos cuantos de ellos si es por el bien de la causa.
¿Todas las ideologías? ¿Pasa eso con cualquier ideología concebible? No, solo puede ocurrir con las ideologías de causa superior -superior a los simples mortales. El nacionalismo, la teocracia, el socialismo, el ecologismo, el progresismo de buenos y malos, el tradicionalismo, el dinastismo (si es que se puede decir así), el racismo, y otras patologías sociales. Pero no le puede pasar al liberalismo, que no pretende ahormar al hombre a ninguna causa superior, sino precisamente liberar al hombre de las cadenas de las causas superiores.
Es completamente natural que el nacionalismo desarrolle conductas propias de matones, puesto que si un fulano interfiere en el camino de la gran causa nación, la propia lógica de la ideología indica que el pobre fulano lo tiene crudo. Y así con las demás causas superiores. Pero es inimaginable que alguien vaya a agredir al individuo, en nombre del individuo y de los derechos del individuo.
En realidad todos lo sabemos, pero nunca damos el siguiente paso; señalar la ideología, las ideologías de causa superior, como elementos generadores de sociopatologías. Al contrario, llamamos “idealistas” a los matones, sea el Che Guevara, sea Benito Mussolini, o sea Josu Ternera. Y llamándoles idealistas, y comprendiéndoles, estamos fomentando lo que hacen. A menudo incluso aprovechando lo que hacen; por ejemplo recogiendo nueces.
Mejor sería poner las cosas en su sitio. Mejor sería señalar las consecuencias que tienen planteamientos como que … o exterminio da lingua galega é o xenocidio do pobo galego. Y la consecuencia es lo que le pasa a Roberto Blanco Valdés, que nos pasa a todos y se sabe como empieza, pero no se sabe como acaba. Hemos soltado a la bestia, y esa bestia tiene muchos padres. Y no vale, ahora, ponerse a silbar y a mirar para otra parte.