Los "normalizadores"
Avinareta nos contaba el otro día [–>] algo que todo el mundo sabe pero que raramente se comenta. Que los “normalizadores” normalizan … solo a los demás. Ellos, en cambio, no se sienten nada anormales, y por lo tanto no se toman la molestia de aprender el vascuence, normalizándose.
Traigo esto para que don Eugenio tenga el consuelo de saber que los normalizadores son perfectamente conscientes de la aparente paradoja. Que no lo es, según explico más abajo. Viene de uno de los principales blogs nacionalistas, a juzgar por los listados de WordPress.com. Arabatik.
Somos un país con lengua propia, Arzalluz, y tengo la sensación de que –empezando por un servidor- nuestros políticos y cargos apenas han hecho apostolado práctico al respecto, ni de puertas a fuera, ni de puertas a dentro.Y mi intento de comprensión:
Me parece a mi que eso tiene dos explicaciones posibles. Desde el punto de vista del apóstol, y desde el punto de vista de la doctrina. Vamos, que puede ser culpa de la flojera personal, o puede ser porque al apóstol el vascuence le quita más de lo que le da. Le quita, evidentemente, tiempo y esfuerzo -personal y económico. Como a todo el mundo. Y le da … lo que quiera que se suponga que da el vascuence. Básicamente posibilidades artificiales de trabajo. Pero el apóstol no tiene grandes problemas de trabajo, así que esa lengua tan extraña -por muy “propia (1)” que la queramos imaginar, es muy difícil que le merezca la pena el esfuerzo.
No me parecéis vagos los apóstoles, aunque es muy cierto lo que dices. Lo que me parecéis es inteligentes. O cuando menos, razonables respecto a vosotros mismos. Respecto a los demás, y a exigirles lo que para vosotros no queréis -por la vía de falsear artificialmente la necesidad del vascuence, ya no me parecéis tan razonables. Aunque no dudo que el asunto reportará grandes ventajas a quien se las tiene que reportar.
Notas:
(1) Lengua propia:
Endémica me parecería un adjetivo mucho más adecuado que propia. Pero se notaría demasiado el pastel, puesto que el endemismo se refiere a la geografía, y no a los habitantes. Como la lengua endémica, que no tiene ninguna ventaja respecto de las lenguas no endémicas, y sí muchos inconvenientes. Y los apóstoles han sido los primeros en comprenderlo. Pero siguen hablando de “propia”, en lugar de endémica. Para que por lo menos la aprendan los demás.
(2) Normalizar:
Calculo que, estadísticamente, el retroceso del uso del vascuence, y su eventual pérdida, debe ser tan “anormal” como el hecho de que en Francia no se hable la lengua de los galos. Observación que está al alcance del menos espabilado de los nacionalistas. Y como no pueden no haberse dado cuenta de que una región monolingüe no es más “anormal” que una bilingüe, lo de normalización no puede querer decir conseguir un bilingüismo, completamente artificial. Tiene que querer decir otra cosa. Y no hay más que observar los objetivos de los nacionalistas, siempre cambiantes -pero siempre cambiantes en la misma dirección, para saber a donde nos lleva la “normalización” esa. ¿Te interesa dejarte , o te interesa resistirte?
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Lectura recomendada: AZ3 manda este artículo de J.M. Ruiz Soroa como excelente complemento: