¿Para qué queremos cárceles si no es para encerrar a los faisanes?
O si no, también podían crear una comisión. Lo estudian, y lo arreglan. ¿Delito, alta traición? No, no, cambio de cromos en una comisión. Eso era lo que decía el elegido, que la esencia de la democracia es la cintura. Por ejemplo Garzón, cuya gran cintura le permite acelerar o frenar para siempre, según. Según le tenga que dar un toque el consejo, o según vaya usted a saber qué. O Ruby, que ni sabe nada ni consigue que su departamento averigue. ¿Para qué, si todo se puede arreglar con una comisión?
Que pongan juntos a Garzy y a Ruby, y que decidan ellos solos cuándo el compadreo con los asesinos terroristas es bien, y cuándo es aun mejor.