Cuando los calentólogos discuten y algunos se ponen razonables.
Está dando que hablar una doble entrevista (que ya se mencionó aquí), a Judith Curry y Michael Mann en Discover Magazinne [–>]:
It's Gettin' Hot in Here: The Big Battle Over Climate Science
Y me parece perfecto el resumen que hace Eduardo Zorita en un comentario a su propia entrada en su blog [-->].Creo que la entrevista refleja realísticamente cómo Mann se ve a sí mismo en el debate. No veo nada nuevo aquí. Sin embargo me ha sorprendido lo abierto de algunas de las respuestas de Judith Curry, con algunas de las cuales estoy muy de acuerdo. Por ejemplo, que los métodos estadísticos no siempre se aplican bien. Es comprensible, porque muchos climatólogos no tienen una base estadística adecuada y tienen que aprender mucho desde cero -yo incluido. Esto requiere mucho tiempo y esfuerzo, y el peligro de cometer errores no es despreciable.
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Curry está destacando las incertidumbres que todavía tenemos al explicar el clima del siglo XX. De hecho creo que no está clara la causa de la primera fase de calentamiento desde 1910 hasta 1940, que ha sido atribuida a "variabilidad interna". Los aerosoles son otra fuente de incertidumbre. A Mann no parecen gustarle las incertidumbres, tal vez porque supone que mencionarlas diluiría el mensaje. Sea cual sea su razón, la estrategia de sacudirse las incertidumbres de encima se ha demostrado muy poco eficaz hasta ahora.
Pongamos las cosas en perspectiva. Tanto Curry como Zorita (y Mann) creen que el CO2 que tiramos debería calentar la tierra. Y que podría ser peligroso. Pero Curry y Zorita están diciendo en realidad exactamente lo mismo que dicen los llamados "escépticos". Que no podemos medir el fenómeno todavía. (1) Por las incertidumbres, y (2) porque si no sabemos lo que produjo el calentamiento cuando no había suficiente CO2 para explicarlo (1910 -1945), no podemos saber hasta qué punto ese mismo efecto ha podido causar el calentamiento actual (1975 - 2000). Resumiendo, que aunque el calentamiento por emisión de CO2 y otros gases invernadero está demostrado para ellos, no está sin embargo demostrado que la intensidad de ese calentamiento suponga un peligro. Y que hay un debate científico válido a ese respecto. Y en lo que difieren respecto de los "escépticos" es en la medida que habría que tomar ante lo que sabemos (y lo que no sabemos). Para unos reducir las emisiones de CO2, pero sobre todo tomar medidas localmente para prevenir los cambios climáticos, sean antropogénicos o sean naturales. Y para los otros se trata de no hacer de momento nada respecto al CO2, estando también de acuerdo en la necesidad de la prevención local de cambios en las condiciones climáticas, porque es algo que en cualquier caso ocurre naturalmente. Pero esa diferencia es una diferencia sobre qué hacer, mucho más que sobre qué sabemos; o sea, es una diferencia política, y no científica. Justamente lo que los escépticos llevan tanto tiempo diciendo .Así que el “consenso científico” monolítico se ha convertido, gracias al Climategate, en tres posturas de científicos que se pueden resumir, muy a groso modo, en:
- 1- Alarmistas: La ciencia ha hablado, no hay incertidumbres a tener en cuenta, sabemos lo que necesitamos de como funciona el clima, aunque sea una faena que no podamos explicar a donde se está yendo ese calor (Trenberth). No hay nada que debatir, y es mejor no enredar con los detalles, que la gente se lía y luego no hacen lo que tienen que hacer.
- 2 - Calentólogos razonables y 3- Escépticos: Tenemos indicios (para unos en un sentido y para otros en el sentido contrario), pero no pruebas, y hay muchas incertidumbres. Hay un debate científico válido, y lo importante es celebrar ese debate, sin "ocultar el descenso", sin "trucos", y escuchando los razonamientos de todos. No sabemos lo suficiente para hacer predicciones válidas, pero por si acaso habría que tomar medidas (en parte diferentes para ambos grupos) y eso es una cuestión política, no científica. La misión de los científicos solo es exponer a los políticos los conocimientos que hay, con sus debates, incertidumbres y lagunas bien expuestos.