El doble rasero de los ecolojetas zoófilos.
Vimos a los zoófilos muy preocupados por el derecho a la intimidad de los animales, aparentemente depositarios de sus anhelos sexuales [–>]. Pero se nota que entre los amantes de los animales la pulsión es más de orden sexual que lógico, porque su preocupación depende mucho de la “belleza” de la especie en cuestión. Por ejemplo, si piensan que el Ártico se va a calentar, imaginan problemas para los lindos osos polares, y te machacan con ellos. Pero si se les pasara por la cabeza que ese calentamiento pudiera beneficiar a los arenques … ¿a quien le importa un arenque? Los zoófilos son así, como todo el mundo. Se fijan más en las guapas.
El problema viene cuando subliman su impulso sexual, y se ponen a mirar a las cosas -en vez de a las bestias, en términos de guapa y fea. Por ejemplo a la industria energética: nuclear fea; eólica guapa. Y claro, ponte ahora a discutir de feas y guapas. Explícale a un zoófilo que los molinos de viento te parecen un cante paisajístico de cuidado. Le da igual; del impulso sexual no se discute. Solamente es. Y si hay que mentir, se miente todo lo que haga falta. O se olvida uno de las consecuencias inconvenientes. Por ejemplo de que las centrales nucleares no matan bellas aves en peligro de extinción, y los malditos molinos que todo lo invaden sí.
Por ejemplo, y por hablar de España. El alimoche, buitre egipcio o neophron percnopterus:
Y el estudio de la Estación Biológica de Doñana del CSIC. En palabras de una de sus autores, Martina Carrete:
Los investigadores estudiaron las zonas de nidificación de los alimoches por todo el país, para averiguar si la construcción de un parque eólico en sus inmediaciones afectaba a su población. El informe concluye que el mayor abandono de nidos se encuentra en las regiones que tienen más parques eólicos a poca distancia, tanto el norte como en el sur peninsular.
El estudio (PDF): --Pero no es solo España. Por ejemplo en USA, según la American Wind Energy Association, cada megavatio instalado de energía eólica está matando entre uno y seis aves al año. Si los planes de los ambientalistas, los lobies energéticos, y el gobierno continúan, para 2030 se producirá un 20% de la energía con parques eólicos, y se matarán al menos 300.000 aves al año. Sin embargo los agentes encargados de la protección ambiental no esperan ver ninguna demanda a los propietarios de molinos de viento.
También podría explicarse esta falta de preocupación porque el mayor problema con los molinos de viento sea para los murciélagos, que mueren por las diferencias de presión que producen las palas, sin tocarlas (barotrauma). Y, ¿a quien le gustan los murciélagos? Pero probablemente no. Probablemente, el doble rasero de estos amantes de los animales tenga mucho más que ver con el doble rasero de las religiones, de las ideologías, de los nacionalismos, de los identitismos, y de todos esos fenómenos espirituales por los que los abusones nos convencen a los idiotas para que traguemos con sus abusos.
El esquema no es muy difícil. Establecen un gran bien supremo. Dios, la sociedad, la naturaleza, “nuestra identidad”, etc. Y como no es algo tan evidente, la salvaguerda de ese bien necesita de intermediarios, o entendidos. Que te explican lo que debes de tragar. Y que además lo debes de hacer sin la menor crítica, o arrotrar el peligro de ser señalado como malo, y atenerte a las consecuencias.
Como bien se ve, funciona.
Águila de cola blanca, o marina, o haliaeetus albicilla:
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Fuentes, enlaces.
The Resilient Earth:
Thw Wall Street Journal: CSIC: Current Biology: