Acontecimiento telefónico planetario
¡Le ha llamado! Obama mismo. A Él, Zapatero. Un acontecimiento telefónico planetario, versión Pajín.
Y no ha sido moco de pavo la llamada. Nada de -¿como estás, colega?, o de -me he acordado de tí porque hablábamos del viento. Nein. Todo el mundo se ha hecho la misma composición: Merckel y Sarkozy, acojonados, llamando a Obama para que convenza al trastornado que gobierna España de que deje de hacer el indio, porque está jugando con fuego. -Barak, por favor, que este cretino nos incendia la barraca.
A ver, Pajín, que no ha sido ZP el que nos ha contado, orgulloso, el acontecimiento planetario. Han sido los americanos, y con unos circunloquios que no dejan lugar a ningún margen de duda. Una “serie” de contactos de los que solo citan el contacto con el flautista. Para arreglar unos problemas económicos y unas reformas necesarias, de las que solo citan las de España. Y para aplaudir un “esfuerzo necesario” que Zapatero tiene que anunciar, por narices, unas horas después.
Así que sí; la gran Pajín tenía razón. Se trata, en efecto, de un acontecimiento planetario. Con mayúsculas: Acontecimiento Planetario. El planeta, su economía, está en peligro, y hay un bombero torero paseando con una antorcha por todo el medio del polvorín. Y todo el mundo -el planeta- está sin respirar, aterrado, mirando al iluminado irresponsable, y tratando de reconducirlo a las orillas de la razón.
ZP lo ha conseguido. Ya es una figura galáctica, como Garzón. Y, conseguido el objetivo, ¿podríamos dejar de hacer el indio? La tierra es del viento, pero menos.
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