Las islas del pacífico no se hunden.
Ya hemos comentado antes lo absurdo de la idea de que esas islas bajas del Pacífico se fueran a hundir por el aumento del nivel del mar. Cualquier científico, o simplemente cualquier persona con curiosidad por los atolones de coral sobre los que se asientan las islas, lo sabe. Quien afirme, con conocimiento de causa, que se pueden hundir, está mintiendo. Y con mucho descaro, porque ya desde Darwin se sabe que esas islas atolones son sistemas dinámicos que evolucionan … ¡precisamente en función del nivel del mar! Suben (y bajan) con el nivel local del mar. Por eso, de los muchos cientos de atolones que hay en el pacífico, todos están a ras del nivel del mar. Normalmente con pequeñas islas de arena y cocoteros encima, que se desplazan lentamente, y crecen y decrecen, por el anillo coralino.
Hay una explicación muy elemental y fácil del fenómeno en estos enlaces:
Pero la idea en resumen es que los atolones nacen en el borde de una isla volcánica, y que el volcán se va hundiendo poco a poco (por su propio peso), mientras el anillo de coral va creciendo vertialmente, manteniéndose a nivel del mar. Más arriba no puede ir, porque el coral no crece fuera del agua. Y no se sumerge, porque crece más rápido de lo que sube el mar. Así que siempre está a ras de agua, y los islotes que se le forman encima por acumulación de arena, un poco por encima del agua.Dos fotos que lo explican. Una a medio proceso de la formación del atolón, y otra al final:
En Maupiti, a 40 km de Bora-Bora, aún queda el resto del volcán en centro de la laguna. El pico, de 380 metros de altura. El anillo que lo circunda -futuro atolón, apenas levanta unos pocos metros sobre el agua. Se trata de arena sobre el coral, con cocoteros y alguna vegetación más.
Y como ejemplo del siguiente paso, el atolón propiamente dicho, Mopelia (o Maupihha en polinesio). A 160 km al E de Maupiti:
Se ve bien, creo. El anillo de coral, a ras de agua, y las islas de arena y cocoteros encima. Normalmente las islas se forman a barlovento. Pero también son dinámicas. El viento y las corrientes van depositando arena por unos sitios, y las van erosionando por otros. Los cocoteros aguantan la arena, pero solo hasta cierto punto, y un cambio en la corriente, o un huracán, pueden hacer grandes transformaciones.
Un detalle para que se vea la isla sobre el coral. También es de Mopelia. Se ve la diferencia en el agua. A la derecha el océano Pacífico, con sus olas. La costa ahí, en el borde, puede caer 300 metros o más, hasta la base del volcán madre. Y a la izquierda la laguna interior, encalmada, que tiene entre 10 y 20 metros de profundidad. (Cito de memoria)
Ya metidos en gastos, pongo el detalle del paso de entrada a la laguna, no apto para corazones sensibles. 300 metros de largo, 25 de anchura, buena profundidad, y corrientes entre 4 nudos y más de seis. A la que te metes, ya no puedes dar la vuelta. Y si no puedes con la corriente, reza.
En esta foto del paso se precia perfectamente cómo el coral está justo hasta el nivel del mar. Pasa en todos los atolones, y por supuesto no es casualidad que justo hoy en día estén a ese nivel. Sencillamente, siempre llegan hasta el ras del mar, porque suban y bajan con el.
Se puede pinchar en las imágenes para ver versiones más grandes.
Hasta aquí lo que todo el mundo sabe. Que es una chorrada la pretensión de que la subida del nivel del mar vaya a hacer desaparecer las islas del Pacífico. Y ahora el estudio que acaba de salir. Un cálculo, con fotografías aéreas, de la evolución de 27 islas coralinas en el Pacífico central, durante un período entre 20 y 60 años. De ellas, el 43% se han mantenido con una superficie constante, otro 43% ha crecido, y solo un 13% ha disminuido en área.
Se pueden ver artículos sobre el estudio en estos enlaces: