Consumatus est: RIP Constitutio
Luis Bouza-Brey
--Queda todavía por cumplir la tarea de estudiar a fondo la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña, pero uno se ha forjado una impresión jurídica y política que les voy a exponer, y no es nada positiva ni optimista:
El Tribunal Constitucional ha semi anulado aspectos simbólicos del texto estatutario en algunos artículos y emitido criterios interpretativos sobre otros que lo que hacen es no declarar su inconstitucionalidad siempre que estos artículos no digan lo que quieren decir. Pero el grueso de estos artículos abre un proceso de lucha jurídico-política acerca de las leyes que ya los han desarrollado o los desarrollen en el futuro. Y, ¿Quiénes van a ser los actores de esa lucha? La Generalitat y el Gobierno central, fundamentalmente, pues los sedicentes ciudadanos, que hasta ahora no han demostrado su cualidad de tales, no van a enredarse en un proceso largo y costoso para defender sus derechos.
Pero la Generalitat y el Gobierno central ya han comenzado un proceso de pasteleo, por parte de sus actuales titulares, a fin de “reforzar” el Estatuto, como afirmaba Rodríguez Zapatero ayer. Así que el resultado de esta sentencia será que la Constitución ha dejado de ser normativa para transformarse en semántica, pues sus normas se cumplen o no según interese a los poderes constituidos. Y Rodríguez Zapatero se ofrece a la conjunción nacional-socialista-soberanista para que la interpretación del Estatuto y de la Sentencia sea la más favorable a esta conjunción. ¡Un buen negocio para ZP!
A la vista de la sentencia y el proceso que se abre, uno ha sacado ya la conclusión de que estamos en una TIRANÍA: la Constitución ha sido violada impunemente, los derechos fundamentales son vulnerados día a día, el Estado de Derecho ha sido bloqueado, pues el poder judicial, lento, caro, costoso y en algunos casos dependiente del capricho arbitrario de algunos jueces (léase Garzón y algunos otros casos más) no funciona correctamente. De manera que quien manda es el poder Ejecutivo, que en el caso de las Instituciones del Estado se ha concentrado en manos del Presidente del Gobierno, y en el caso de las instituciones autonómicas reviste rasgos caciquiles y/o soberanistas. En síntesis, TIRANIA pura y dura pues es muy probable que el actor que podría alterar esta situación, el PP, dado su comportamiento hasta la fecha, opte por subordinarse a los intereses de la conjunción nacional-socialista. Lo han conseguido: R.I.P. POR LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA, el Golpe de Estado institucional ha sido consumado.